Cada quién tiene una opinión diferente, de eso no hay dudas. Podemos ver cómo de un mismo tema, por ejemplo, en las redes sociales, tenemos opiniones encontradas debido a la diversidad de pensamiento. Incluso, algunos defienden sus ideas de manera violenta. Ofendiendo y defendiendo su razón, aunque no la tengan.
Pero sabemos que, como seguidores de Cristo, debemos reflejar su imagen en toda conversación o discusión. Aunque nos resulte difícil, tenemos que ser amables con aquellos que piensan diferentes. Sin embargo, ¿cómo se supone que debemos acercarnos y conversar tranquilamente con aquellos que piensan diferente?
La pasión y el deseo de hacer justicia por mano propia puede nublar nuestro pensamiento y hacer que seamos muy duros con los que "no nos siguen". Con los que no tienen nuestro mismo pensar. Por tanto…
¿Cómo podemos ser amables con las personas que piensan diferente?
Si estás dispuesto a escuchar y a aprender de los demás, sigue leyendo, pues solo podemos parecernos a Cristo, si logramos expresar nuestro amor y empatía al dirigirnos a personas difíciles o de pensamiento radical.
3 razones bíblicas para ser amables con los que piensan diferente:
1. Dios no quiere que juzguemos a nadie
Somos muy prontos a juzgar a los demás. Nuestro orgullo puede resultar peligroso, pues nos da la falsa creencia de que podemos cambiar la opinión de los demás; por lo que podemos ser crueles y ejercer demasiada presión innecesaria.
Recuerda que del mal no podemos sacar nada bueno. El fin no justifica los medios.
"No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados (Lucas 6:37)”.
Sin embargo, es bueno aclarar que exhortar y juzgar no es lo mismo. Cuando exhortas eres capaz de sacar primero la viga que hay en tu ojo para ver mejor la astilla de tu hermano. De esta manera, puedes aconsejar o exhortar a los demás.
2. Dios nos ama a todos Dios nos amó tanto que "dio a su único Hijo para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16-17).
No existen los favoritos. Por tanto, no es nada difícil, Dios te ama y, tú que estás leyendo esto, ¡Él te invita a formar parte de la gran familia de Dios! Dios quiere que seas también su hija o hijo amado.
3. La Biblia dice que debes ser bondadoso
"Sed bondadosos unos con otros, de corazón tierno, perdonándoos unos a otros, como Dios en Cristo os perdonó a vosotros" (Efesios 4:32).
No todos somos bondadosos. De hecho, conozco testimonios impresionantes de personas que eran muy, pero que muy malvados y ahora Dios les ha cambiado su corazón duro, por un corazón agradable a nuestro Señor.
De hecho, el llamado del apóstol Pablo en Efesio es a que seamos amable entre nosotros y el mundo que nos rodea.
No obstante, aunque seas amable, puedes tener una opinión diferente. Pero de lo que se trata aquí es de evitar que tus respuestas o preguntas no sean tan “apasionadas”. Por eso es necesario que seas generoso y considerado con tu prójimo, aunque creas que está equivocado.
Cuando decimos “generoso” nos referimos a que debes dar mucho a mor a los que te rodean.
Considerado, porque esto implica parar. Es decir, hacer una pausa para escuchar y ponerte en el lugar del otro.
En resumen
Debemos seguir el ejemplo de Jesús. En la Biblia no podemos encontrar un solo versículo que diga que Jesús rehuyó interactuar con personas que pensaban diferentes a él.
Así es, Él compartió la verdad sin empujar a nadie. Lo hizo con audacia y con mucho amor. A partir de hoy, comienza a reflejar la luz de Cristo a los demás.