No es ningún secreto que nuestras elecciones en el estilo de vida que llevemos pueden tener un gran impacto en nuestra salud, y no es diferente cuando se trata de cáncer de seno; nuestros hábitos diarios son una influencia clave en el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Una de cada ocho mujeres será diagnosticada con cáncer de mama. Es el cáncer más común diagnosticado en mujeres y la segunda causa más alta de muertes relacionadas con el cáncer. Y aunque cualquier persona puede desarrollar cáncer de mama, independientemente de su edad o factores de estilo de vida, las mujeres de entre 50 y 74 años están en mayor riesgo.
Sin embargo, hay opciones simples que podemos tomar y adoptar todos los días para ayudar a evitar esta enfermedad devastadora. Existen tres factores principales asociados con un mayor riesgo de cáncer de mama en cuanto al estilo de vida: obesidad inducida por la dieta, un estilo de vida sedentario y una alta ingesta de alcohol.
Pero la realidad es que nunca es demasiado tarde para mejorar sus hábitos y su estilo de vida. Perder peso, reducir el consumo de alcohol y ser más activo son cambios que se pueden lograr en cualquier etapa y edad de la vida.
Mantenga un peso adecuado.
Las mujeres obesas o con sobrepeso son más propensas a desarrollar cáncer, por lo que es imprescindible mantener un peso adecuado y una dieta saludable. Existe un vínculo entre la obesidad y el aumento de los niveles de estrógeno, y esos niveles aumentados pueden contribuir al riesgo de cáncer de mama.
El tejido graso almacena y libera estrógeno, hormona femenina que contribuye al crecimiento del cáncer endometrial o uterino, y al cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo en personas obesas que tienden a tener niveles más altos de estrógeno en la sangre y los tejidos. Perder peso, que es principalmente exceso de grasa, ayuda a reducir los niveles de insulina y estrógeno.
Actívate.
Se recomiendan 30 minutos o más de actividad física moderada todos los días. Podría ser algo tan simple como una caminata rápida, una clase de cardio suave o nadar varias vueltas en la piscina.
Si le resulta difícil motivarse, participe en actividades grupales o de equipo para que tenga a alguien con usted y lo anime a levantarse y moverse.
Reducir el consumo de alcohol.
Tomar más de una bebida alcohólica por día puede aumentar el riesgo de cáncer de mama de una mujer debido a su impacto en los niveles de estrógeno y las hormonas asociadas con el cáncer de mama positivo para receptores de hormonas.
Los estudios han demostrado que, en comparación con las mujeres que no beben nada, las mujeres que consumen tres bebidas alcohólicas por semana tienen un 15 por ciento más de riesgo de cáncer de mama.
El riesgo de cánceres relacionados con el alcohol, principalmente cáncer de mama, aumenta, incluso dentro del rango de hasta una bebida alcohólica al día.
Amamanta a tus bebés.
Los estudios demuestran que amamantar por un año o más puede reducir el riesgo de cáncer de seno. Las mujeres que amamantan tienen menos ciclos menstruales, lo que resulta en niveles más bajos de estrógeno. También tienden a comer alimentos más nutritivos y llevar estilos de vida más saludables durante la lactancia.
Examen de mamas.
Aunque los factores del estilo de vida juegan un papel vital en la influencia de su riesgo de desarrollar cáncer de mama, la forma más efectiva de reducir el riesgo de un cáncer de mama fatal es con las revisiones regulares. Se recomienda que las mujeres de entre 50 y 74 años asistan a un examen de mamas una vez cada dos años, e incluso mucho más temprano si existe historia familiar de cáncer.
Los cánceres detectados por estudios de imágenes tienden a tener un resultado más favorable porque a menudo se descubren en una etapa mucho más temprana que los bultos autodetectados. Hasta que se conozca qué causa el cáncer de mama o cómo prevenirlo, la mejor forma de tratarlo es detectarlo temprano.
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