Dios te dice hoy que estás seguro en sus brazos, que no tienes que pelear esta batalla porque Él peleará por ti.
Estoy seguro de que ya estás cansado de pelear una batalla que sientes que no puedes ganar. Dios te ayudará a luchar.
Ya no llores más. Deja de preocuparte por todo, de estar a la defensiva. Basta ya de estar asustado y siempre ansioso, ansiosa por cosas que sientes que no puedes cambiar.
¿Has oído alguna vez que las armas que usas en la batalla no son de carne, sino que son temibles fuerzas espirituales? Entonces, sí, es cierto. La Biblia lo dice en 2 Corintios 10:4.
Pero te voy a decir algo más, mientras sigas tratando de hacer lo que Dios te ha dicho que hagas y vivas conforme a sus preceptos, estás bien. ¿Sabes qué? Lucharás en batallas espirituales y tendrás que lidiar con cosas que no puedes cambiar… Así que tienes que aprender a dejar que Él luche a tu favor.
Cree en la fuerza de Dios
Sé fuerte en el Señor y en el poder que Él te da. Ponte toda la armadura de Dios para que puedas mantenerte firme contra todo lo que el diablo intente hacer contra ti. Porque no estamos luchando contra personas, sino contra gobernantes malvados y autoridades del mundo invisible. Son fuerzas poderosas del mundo oscuro, y espíritus malignos.
A Josué le dijo esto el mismo Señor: “Nadie podrá interponerse en tu camino por el resto de tu vida”. Mucha gente trató de luchar contra el pueblo de Dios cuando Josué estaba al mando. Pero Dios le prometió a Josué el mismo tipo de fidelidad que tuvo Moisés.
"Estaré contigo como estuve con Moisés”. Entonces el Señor pronunció las últimas palabras de consuelo. “No te dejaré ni te abandonaré”.
Cuando estás luchando en ciertas batallas, nada es mejor que saber que Dios siempre estará ahí para luchar contra tus enemigos.
Moisés dijo:“No tengan miedo, permaneced quietos y miren cómo nos salva el Señor”. Esto es realmente poderoso, porque quizás el valor de un hombre jamás ha sido puesto a prueba tan severamente como el del líder hebreo en ese momento. Sí, cuando estaba expuesto a muchos e inevitables peligros. De hecho, uno de los más peligrosos era la venganza de una turba rebelde y desesperada. Pero su serenidad tranquila, imperturbable y noble es uno de los más bellos ejemplos de valor moral y de fe de la historia.
Conclusión
La Biblia dice que las armas que usas en la batalla no están hechas de carne, sino que son temibles fuerzas espirituales.
Así es que, lucharás batallas espirituales y tendrás que lidiar con cosas que no puedes cambiar. Tienes que aprender a dejar que Él luche por ti. Nada es mejor que saber que Dios siempre estará allí para luchar contra tus enemigos.
Deja que Dios luche por ti, estarás seguro en sus brazos.