Esto es algo muy normal, la gran mayoría de las parejas que se casan y tienen hijos, muy pronto caen en la monotonía y se termina el romance y la emoción en el matrimonio. Y es que hasta parece una ecuación matemática: - [matrimonio+hijos]= -romance en la relación.
Antes de continuar leyendo, es bueno que tengas presente que en el matrimonio existen diferentes niveles de intensidad de romance. Es decir, cuando están recién casados pueden llegar a desarrollar un nivel bien intenso en cuanto a la pasión y el romanticismo se refiere, pero a medida que van llegando los hijos y se van incrementando las responsabilidades, ese nivel baja a moderado y si se descuidan puede llegar a nivel básico, casi nulo.
En caso de tener niños muy pequeños… las cosas se complican. La mujer moderna trabaja. Algunas hasta estudian y trabajan, al mismo tiempo que son madres y esposas. Claro que es natural que se olvide y deje de lado el romanticismo en su matrimonio. Pero también considera que el romance, no sólo es responsabilidad de la mujer; pero, por otro lado, el hombre también trabaja y llega cansado a casa, y otra vez se minimizan las posibilidades de que surja algún romance.
Las madres que no trabajan, no crean que todo es color de rosa. Trabajar en las tareas del hogar todo el día no es fácil. Por si fuera poco, esas tareas no son remuneradas, así que tu única recompensa es disfrutar de tener una casa hermosa y acogedora para tu familia. No obstante, trabajar en las tareas del hogar, aburren y estresan a la mujer... Ahora súmale que también tenga que trabajar… Así es que, cuando al fin han logrado acostar a los niños, y ya has dejado limpia la cocina, tú y tu esposo están demasiado cansados como para platicar… Sólo les queda algo de fuerzas para presionar los botones del control remoto... y una vez relajados, te fijas en que ya tu pareja se durmió... ¿De dónde sacarás tiempo para enamorar y estar con tu pareja?
La buena noticia es que, sí, es posible pasar ratos románticos con tu pareja.
Date cuenta que cuando tienes un matrimonio con hijos el romance debe cambiar. Es decir, de casual y espontáneo pasa a ser premeditado. Aunque se vale y es bienvenida la espontaneidad, pero ya con hijos es bien difícil. Para poder tener romance en una relación de pareja debes proponértelo y hacer de esta una misión: enamorar y mantener el romance en tu matrimonio.
¿Cómo puedes crear ese romance intencionado?
Algo que la mujer casada tiende a perder con facilidad es la coquetería. ¿Quién dijo que una mujer casada no puede ser coqueta? ¡Claro!, con su marido.
Agárrale las manos cuando él esté distraído, dale un abrazo sensual y sorpresivo, dile cosas bonitas y atrevidas que lo pongan nervioso... te lo dejo a tu imaginación.
Pueden planificar una cita y salir los dos solitos. Pueden ir a cenar, al cine, a un bar e incluso, podrían hablar con algún familiar para que cuide los niños un par de hora y disponer un lugar especial de la casa. Pueden poner velas en la mesa y cenar mientras platican y hablan de su relación. No debe ser algo costoso, usa tu imaginación para crear citas inolvidables.
Aprovecha la tecnología y envíale mensajes liminales.
Ponle atención a los detalles, mira qué le está haciendo falta y dáselo de regalo. Recuerda que te has propuesto mantener el romance en tu matrimonio. Para que exista romance en un matrimonio con hijos, debes tener esto como un plan, una intención. Siempre que exista un propósito, una intención en quien inicia el romance, producirá a su vez una respuesta satisfactoria que armonizará tu relación de pareja.
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