El Mejor Expectorante Del Mundo Con Un Ingrediente Que Ni Imaginas

2024-05-07

‍Hay muchas maneras de conectarse con Dios. Una de ellas es a través de la oración, y puede ser tan simple y breve como recitar el Padre Nuestro o tan larga y detallada como una meditación sobre escrituras específicas.

Así es, el poder de la oración es real, especialmente cuando tienes un testimonio personal de su eficacia. En esta publicación, exploraremos 5 razones por las que necesitamos orar con más frecuencia para la gloria de Dios.

Orar siempre nos conecta con Dios

Dios es la fuente perfecta de todo amor, luz y fuerza. Con Dios somos y seremos siempre uno. Nuestras oraciones son el vínculo que nos conecta, y podemos utilizar este vínculo en nuestro beneficio y en el de los demás en cualquier momento.

A través de la oración, podemos experimentar el amor y la paz de Dios, y también podemos recibir sabiduría y fuerza. La oración también puede ayudarte a sentir una mayor conexión con tus seres queridos, pues Dios va desarrollando en nosotros una sabiduría, que solo Él nos puede dar.

Sí, puedes utilizar la oración para confortar a aquellos que necesitan fortaleza. Pidiéndole a nuestro Padre que envíe amor, fuerzas, luz y lo que sea que necesite ese ser querido que esté pasando por una enfermedad, por un momento difícil o que se sienta desconectado de Dios. Porque, por Su gracia, eres una herramienta y puedes interceder por otros en Su Nombre.

La oración conduce a una mayor espiritualidad

Cuando oramos, no solo estamos hablando con Dios; también estamos recibiendo algo de Dios. Es algo difícil de explicar, pero cuando oramos, es el momento en el que nos presentamos ante el trono de gracia. Estamos parados ahí, frente a Él… y Dios nos escucha con amor, como lo hace un padre amoroso. ¡Qué privilegio!

Asimismo, cuando oramos, accedemos a información que está más allá de nuestra comprensión humana.

Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces (Jeremías 33:3).

A través de la oración, Dios nos sana física y espiritualmente, nos ayuda a sentirnos mejor y estamos más y más conectados con Él.

Si estás orando con frecuencia durante el día, derramando tu corazón, podrás recibir mensajes directos de Dios, pues cuando oras con constancia el Espíritu Santo te ayuda en tu crecimiento espiritual.

También la oración puede ayudarnos a ver nuestra vida desde una perspectiva diferente, lo que puede ayudarnos a tomar mejores decisiones.

La oración nos conecta con Su corazón

Cuando oramos, cuando derramamos nuestro corazón, entregamos todos nuestros planes y nuestra vida entera a Él. Estamos dispuestos a recibir instrucciones y seguirlas porque deseamos tener un corazón agradable a nuestro Señor.

Es cuando nos entregamos por completo, cuando confiamos plenamente en Él  que conectamos con Su corazón.

Dios es sabio para sanar, entrégale tu corazón. Suelta y confía.

La oración puede darnos la fuerza para soportar las pruebas y las dificultades

Cuando experimentamos situaciones difíciles o desafiantes, o cuando nos enfrentamos a dificultades en nuestra vida diaria, podemos hacer uso de este recurso invaluable de la oración para recibir fuerza y orientación.

Esto es porque las palabras que dices durante la oración pueden ser la fuerza que necesitas para afrontar un reto o para superar una experiencia porque recibes respuesta. Su Palabra jamás retorna vacía. Por tanto, cuando se experimenta dolor o tristeza, la oración puede dar consuelo y fortaleza para continuar firmes hacia la meta, en Cristo Jesús.

Si estás pasando por una prueba o situación difícil, puedes orar más para encontrar fortaleza y guía. La oración puede ayudarte a estar más centrado en los demás y a cuidar de los otros, incluso cuando tú mismo estás pasando por un momento difícil.

La última razón: no sabes lo que va a pasar mañana

El futuro es incierto, y nunca sabemos cuándo vamos a enfrentarnos a un reto o a experimentar una tragedia. Cuando pasamos por momentos difíciles, podemos sentir que Dios nos ha abandonado y que no le importamos a nadie. Este sentimiento puede ser muy doloroso, pero es un sentimiento común que muchas personas experimentan.

Cuando los tiempos son difíciles, es importante acudir a Dios y hacerle saber cómo te sientes. Orar puede ayudarte a sentir el amor y la presencia de Dios, incluso cuando no sientas que está ahí para ti.

Otra bendición muy importante para el creyente es que la oración también puede ayudarte a sentirte más tranquilo y menos estresado. Dios siempre responde a nuestras oraciones y siempre se preocupa por nosotros, incluso cuando podemos sentir que no le importamos a nadie, Él tiene el control.

3 sencillos pasos para aumentar la frecuencia de la oración

Hay muchas maneras de aumentar la frecuencia de la oración. Lo más importante es recordar que no necesitas hacer nada especial para orar, solo necesitas abrir tu corazón y ser honesto con Dios, aunque Él sepa todas las cosas que te ocurren.

Si tratas de hacer algo extra, puedes quedar atrapado en hacerlo "bien" y perder el punto de la oración por completo. He aquí algunos consejos sencillos para ayudarte a aumentar tu tiempo de oración:

 - Siéntate: Encuentre un momento y un lugar donde puedas sentarte cómodamente tranquila, tranquilo. Cierra los ojos y debes estar consciente de lo que estás a punto de hacer. Vas a hablar con tu Padre Celestial, el Rey de reyes… Es un momento en verdad solemne.

- Apaga las distracciones: Intenta encontrar un sitio tranquilo en el que no te distraigan ni te interrumpan otras personas o dispositivos. Esto puede ayudarte a concentrarte en tu oración, y no tendrás la tentación de levantarte y empezar a hacer otras cosas.

- Empieza con algo pequeño: La clave del éxito cuando se intenta cualquier técnica o práctica nueva es empezar con algo pequeño. Si intenta cambiar demasiadas cosas a la vez, es mucho más probable que te desanimes y te rindas. Ora cuando puedas, no quiero que sientas que se trata de alguna imposición divina o una obligación.

Cuando practiques estos pasos, puede que descubras que eres capaz de acceder a un nivel superior de espiritualidad y sentirte más conectado con Dios, contigo mismo y con los demás. También puedes descubrir que te ayudan a sentirse más relajado y en paz. Confía y suelta, dale el control.

Los beneficios de orar

  • Cuando oramos, nos damos la oportunidad de aquietar nuestra mente y abrir nuestro corazón. Esto puede ayudarnos a entrar en contacto con nuestras emociones y a descubrir lo que realmente ocurre en nuestro interior porque el Espíritu Santo nos ayuda en todo momento.
  • Y de la misma manera, también Su santo Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26)
  • Esta revelación es increíblemente confortante y puede ayudarnos a superar nuestros problemas y a tener más amor propio y confianza.
  • Por otro lado, orar puede ayudarte a identificar lo que necesitas y cómo quieres evolucionar y crecer como persona conforme a Su plan perfecto.
  • Orar puede ayudarte a sentirte más relajado, centrado y presente en tu vida. Te ayuda a ralentizarte y a salir de tu cabeza para entrar en el momento presente y conectar con el corazón de Dios. Esto puede ayudarle a evitar que se vea atrapado en un discurso negativo, en la ansiedad y en el estrés o que tomes malas decisiones

Conclusión

Cuando oramos, podemos conectar directamente con Dios en el nombre de Jesús y abrir nuestra mente para poder aceptar la guía y la inspiración divina. Orar puede ayudarnos a sentirnos más relajados y en paz, si soltamos el control.

También puede ayudarnos a tomar mejores decisiones, evitar quedar atrapados en un discurso negativo, superar nuestros retos, a enfrentarnos a nuestros miedos y a crecer espiritualmente y como persona.

Oremos sin cesar, pues la meta es estar cada instante de nuestra vida unida a Él para parecernos más y más a Cristo.