2022-04-02

Indistintamente y a pesar de quién seas, dónde estés o qué hagas en tu vida, si eres seguidor de Cristo, Dios siempre se está moviendo en Su propósito eterno: Hacer que te parezcas más a su amado Hijo, Jesucristo.

Dios nos ha creado para vivir nuestras vidas con un propósito, y el propósito que Dios tiene desde antes de que naciéramos es que seamos como Jesús.
La Gloria de Dios radica en que siempre está trabajando en nuestras vidas con su soberanía y amor para que caminemos el sendero de amor que caminó Jesús y que seamos cada vez más como Él. 

No te dejes llevar por la situación

No importa quién seas y cuáles sean tus circunstancias, nunca dejes de perseguir el propósito de Dios para tu vida. En cada etapa, sin importar todo el bienestar o los fracasos que tengas, debes perseverar en buscar el propósito de Dios para ti.

Ahora y en el futuro, no dejes de perseguir el propósito de Dios con la gran expectativa de que Dios siempre está trabajando en tu vida, por lo que ten esperanza, ya que Él siempre está de tu lado, sin importar los pormenores o eventualidades que se te puedan presentar.

Lo sé, la vida no es fácil, pero...

Todos estamos conscientes de que la vida no es fácil, está llena de desafíos, de pérdidas y de obstáculos. Job, se refugiaba en tener fe en algo en lo que todos deberíamos tener fe. Ese algo radica en que necesitamos creer con firmeza que nada ni nadie puede obstaculizar el propósito de Dios para tu vida. Job descansaba su fe en eso porque sabía que Dios era capaz de los milagros más bellos e imposibles.

Nada puede obstaculizar Su propósito

Mientras que algunas personas pueden experimentar un nivel de restauración como lo hizo Job, otras pueden vivir hasta el fin fielmente como se menciona en Hebreos 11: “La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

La última promesa es que los propósitos eternos de Dios se materializan. La forma en que veas a Dios determinará cómo ves todo lo demás en tu vida, incluyendo tus problemas, desafíos e incluso las más duras pérdidas.

Nunca olvides, lo que Dios quiere hacer en tu vida y en los que te rodean, lo hará. Dios es imparable y es por eso por lo que nada puede obstaculizar el propósito que Dios tiene ya listo para tu vida.