El papa Francisco arribó en un helicóptero militar jordano desde Belén, territorio palestino. Francisco fue recibido por el presidente de Israel, Shimon Peres, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y otros dirigentes del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad, tal y como lo establece el protocolo.
El papa Francisco ha sacado tiempo para estar un rato con todos: con los cristianos, en la Iglesia del Santo Sepulcro; con los musulmanes, en la explanada de las mezquitas y, por supuesto, con los judíos. El papa dejó un mensaje entre las piedras del Muro de las lamentaciones. Además, rezó un padrenuestro en español y, después, se dio un emotivo abrazo con un musulmán y con un rabino, ambos argentinos y amigos suyos.
Durante su discurso ante las autoridades israelíes, el papa Francisco hizo un llamado a la paz: "Jerusalén significa ciudad de la paz, así lo quiso Dios. Pero lamentablemente está atormentada por conflictos. Es urgente la necesidad de la paz. Por eso deben multiplicarse los esfuerzos para una resolución justa de los conflictos. Yo les ruego a todas las autoridades que no dejen nada por hacer para buscar soluciones justas para que israelíes y palestinos puedan vivir en paz", afirmó es santo padre.
El papa tuvo tiempo de visitar el Museo del Holocausto. El próximo mes Francisco se reunirá con el presidente palestino en busca de una difícil, pero necesaria reactivación de proceso de paz.
Antes de marcharse de Israel, el papa ha protagonizado un último acto: una misa en el lugar que supuestamente estuvo el cenáculo, el lugar donde Jesús celebró la última cena con sus discípulos. HAZ CLIC AQUÍ PARA VER LAS PALABRAS DEL PRIMER MINISTRO ISRAELÍ EN LA VISITA DEL PAPA A ISRAEL.