Se te van a salir las lágrimas al conocer la historia de sacrificio de esta madre

2024-05-07
Tratamiento fertilidad para ovarios poliquísticos

“Comencé el tratamiento y estoy llena de esperanzas”

 

Cindy y John han recibido una noticia que sospechaban: no pueden tener hijos. No sin un tratamiento adecuado. Han comenzado a recorrer el camino por el cual ya han transitado miles de parejas: exámenes, visitas al médico y tratamientos de alta y baja complejidad. Pero están llenos de esperanzas:

“Ni bien me uní a John, comencé a soñar con formar una familia, pero el tiempo pasaba y ese anhelo no se concretaba. Demoré más de un año en pedir una consulta y los primeros exámenes daban que todo estaba bien. Cada vez que cambiaba de médico, comenzaban los exámenes de nuevo y perdimos mucho tiempo en esto.

Cuando por fin me atreví a consultar con un especialista, mi sueño se evaporó rápidamente: no conseguía ovular normalmente y, por eso, mi capacidad de quedar embarazada era muy reducida. En noviembre de 2005, el médico fue claro: ovarios poliquísticos

Entonces decidimos comenzar con un tratamiento de baja complejidad, a base de hormonas que inducen a la ovulación. Después de varios meses sin éxito, tuvimos nuestro primer resultado positivo. ¡Al fin estaba embarazada! Planifiqué decírselo a John de la manera más creativa, quien lloró al saber la noticia.

Pero nuestra felicidad duró poco, pues el embarazo no logró desarrollarse. Me sentía arrasada y pensaba que tal vez no lograría quedar embarazada de nuevo. Luego del período recomendado por el médico, reinicié el tratamiento de estimulación controlada de los ovarios. Nuevamente estaba feliz con la noticia de estar embarazada, pero otra vez llegó la frustración de la mano de un aborto espontáneo. Aunque el médico me había explicado que era muy común que esto sucediera, no me reconfortaba en realidad. Los bebés perdidos eran mis bebés y no los tendría en mis brazos.

La sensación de vacío era enorme. Veía los niños o mujeres en los centros comerciales, y me llenaba de angustia. Ansiaba comprar ropita de bebé, soñando con aprontar el ajuar de mi hijo, pero ese sueño parecía inalcanzable.

Llegué incluso a pensar en la posibilidad de adoptar, pero a John no le agradaba mucho la idea. En realidad, soñábamos con la experiencia del embarazo y tener un hijo biológico, con algunas de nuestras características físicas y de personalidad.

Terminada una pausa, seguimos con las estimulaciones y en breve comenzaré un tratamiento más avanzado: la fecundación in vitro, procedimiento realizado en un laboratorio que consiste en inyectar un espermatozoide en un óvulo, para luego ser reincorporado a mi cuerpo.

El médico nos explicó el procedimiento claramente y nos advirtió que no siempre resulta positivo en el primer intento. También nos dijo que puede resultar en un embarazo múltiple. No nos preocupamos porque sean demasiados, pues deseamos tener una familia.

Siempre quise ser madre joven, pero demoré demasiado para empezar este proceso. Pero anhelo poder esta vez cumplir con las semanas de embarazo y al fin tener a mi hijo o hija en mis brazos. Y será nuestro hijo, aunque sea concebido en un laboratorio.

“Comencé el tratamiento y estoy llena de esperanzas”. 

 



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