Sin saber qué hacía, le entregué mi vida al mismo demonio
Meses atrás una amiga, quien había sido también curandera/espiritista, se había hecho cristiana en una iglesia local. Mi amiga, de hecho, ya casi la llevaban al manicomio cuando ella dijo: " Renunció a todo esto y le entregó mi vida a Cristo".
Desde que ella hablaba conmigo, yo tenía esa inquietud de "entregar mi vida"; y ahora mi madre, pidiéndome que le entregara mi vida “al mono ese”… Lo hice sólo por compromiso… Mi madre me pidió que me acostara boca abajo, con los brazos primero extendidos, en forma de cruz, y luego recostada sobre mis manos en símbolo de oración o adoración. Me hizo recitar una letanía en quién sabe qué idioma (la verdad, hay cosas que ella nunca me enseñó quién sabe por qué, y una de ellas era esta parte “africana” de nuestra practica).
Después de eso sentí una paz “rara” dentro de mí. Mi madre me dijo que ahora que el espíritu del “mono ese”, al fin vivía en mí...
Pero esa noche después de cenar y estar con uno de mis clientes, un empresario hotelero local, me fui a dormir al cuarto de habitación de un lujoso hotel, que él había rentado sólo para mí. Aquella noche me quedé profundamente dormida y tuve una horrible pesadilla: una lucha con un ser monstruoso, que no les quiero narrar todo eso, porque no quiero que alguien se ofenda, ya que en mi sueño vi, sentí y ese ser monstruoso me dijo cosas muy feas.
Tuve un sueño horrible, lo peor que me ha pasado en mi vida. No creo que jamás alguna mente sucia o criminal pudiera tener esas visiones o imágenes que yo vi esa noche. A parte de muchas cosas horribles y putrefactas: vi a algunas de mis amigas quienes (en ese tiempo, y aún hoy día, agosto de 2013) todavía siguen practicando brujería, hechicería, amarres, haciéndose pasar por mujeres de sociedad e infiltrándose como esposas de “pastores”, como “cantantes cristianas” o como mujeres religiosas de la sociedad. (Conste que las hay en muchas iglesias, no le estoy tirando a ninguna en particular), pero en mi sueño las vi fornicando con “hombres y mujeres de Dios”, haciendo cosas horribles y diabólicas, ¡cosas feas!; y mientras yo veía eso en mi sueño, ese ser monstruoso me decía nombres, y me decía lugares; y me decía fechas, y me atravesaba el cuerpo con sus uñas gigantescas.
De repente, abrí los ojos y sentí que dos personas me sujetaban…
― ¡Calma, calma señorita! – decían…
TE PUEDE INTERESAR:
- Activista ateo se convierte al cristianismo
- ¿Cómo aumentar la fe en nuestros hijos?
- Bebé poseído por el diablo
-Demonios en vientre de mujer
- Joven muere por jugar Diablo III