Si no puedes más, deja que Él te lleve en Sus brazos
Es posible que hoy pienses que tu vida ha sido un total fracaso, que no has podido lograr las muchas cosas que soñaste y estás sentando sola, solo observando en silencio tu ocaso.
Ha llegado el momento en el que te sientes seguro de que todas las puertas se han cerrado para ti, por lo que tu vida se ha estancado, por más que has tratado de enderezar tus pasos.
¿Has vuelto a fallar? Levántate e inténtalo de nuevo, pero esta vez pon a Dios como estandarte. Nada de lo que pongas en sus manos puede resbalarse. Aunque el cansancio, la incertidumbre y temor puedan amedrentar ese corazón herido tantas veces. Jesús es tu puerto seguro, tu faro, tu guía.
Hoy clamarás nuevamente, pero esta vez convencido de que tu clamor abrirá los cielos, llegará al trono de misericordia y, por su gracia, se te concederá la mente de Cristo.
¡Vamos! ¡Inténtalo! Pon tu esfuerzo y tu esperanza en Él, en aquel que aún te mira con cariño, como si fueras un niño inocente, pequeño, indefenso que alza sus bracitos al cielo, procurando que su
Padre Celestial lo levante, lo limpie, lo arrulle entre sus brazos y lo haga descansar.
Escrito original de WGuillen