HAZ CLIC AQUÍ PARA VOLVER A LA PRIMERA PARTE...
Uno de los hallazgos más importantes de la obra de Goldin-Meadow gira en torno a lo que ella llama como "desajustes", que son, en general, incongruencias entre gestos y señales verbales.
Según Paul, estas "discrepancias indican que estamos en un estado de transición, pasando de un nivel de comprensión a otro".
Dicho esto, los gestos de la mano - y los "desajustes" - también fomentan el aprendizaje.
Goldin-Meadow descubrió que los desajustes actúan como banderas rojas para los instructores en el ambiente escolar y sirven como señales que necesitan para ajustar su estilo de enseñanza.
Cuando los estudiantes usan sus manos a edades más jóvenes, estos desajustes son mucho más fáciles de identificar y, posteriormente, son mucho más fáciles de arreglar. Además, hablar con las manos también se ha dicho que sirve para acelerar el aprendizaje.
Otro estudio, realizado por Susan Wagner Cook, una asistente de psicología en la Universidad de Iowa, reveló que "los estudiantes de tercer grado que se les pidió que hicieran gestos mientras aprenden álgebra eran casi tres veces más propensos a recordar lo que habían aprendido de compañeros que hicieron no gestos ", como explica Paul.
Cook también informó que las personas que hablan con sus manos son mucho más propensas a interpretar la información que se retiene que los que no lo hacen.
Con el fin de aprovechar al máximo su capacidad de comunicación, es importante incorporar las manos - pero asegúrate de que lo estás haciendo correctamente, primero.
Susan Weinschenk Ph.D, en un artículo de Psychology Today, explica algunas técnicas que son más eficientes. Una vez dicho esto, cada técnica tiende a decirle a su público algo diferente.
Al hablar con las palmas hacia abajo, por ejemplo, se le expresando un mayor sentido de certeza. Sin embargo, con las palmas en un ángulo de 45 grados, como dice Weinschenk, representa la honestidad.
Al mismo tiempo, mantener sus manos al frente de su cuerpo - de forma agarrada - el público te encontrará nervioso o provisional, por lo que es muy importante estar atento de tus propios gestos.