Jesús enfrentó sufrimiento, dolor y muerte por nosotros

2024-05-07

Pues yo ya estoy rehabilitado gracias a Dios y a mi Señor Jesucristo, y a toda la gente que dentro y fuera de la cárcel donan su tiempo para llevar ayuda y aliento a personas que como yo estuvimos a punto de cometer crímenes.

Cuando yo era chico sufrí de abuso sexual en la ciudad de nogales sonora. Vivíamos cerca de la frontera, en un barrio muy humilde, arriba del cerro, y a nuestro alrededor se establecían personas de todo México y de otros países, de todo tipo de antecedentes. Unas personas muy buenas, pero otras con unas costumbres aberrantes.

No me lo van a creer, pero en algunos pueblos parece que el abuso de niños pareciera algo normal. Esto sucedía seguido en mi barrio y la policía se hacían los ciegos y los sordos.
Yo tenía 7 años cuando llego a vivir una pareja, quienes decían ser curanderos. Con ellos venían 4 adolescentes varones, de quienes al principio pensábamos que eran sus hijos.

Cosas raras se veían en esa casita. Las parejas decían que eran clientes que venían a limpias y a que les leyeran las cartas.  Un día se apareció gente del DIF investigando algo relacionado con la muerte de un niño por golpes y abuso sexual. No paso de ahí, de una averiguación.

Los adolescentes que vivían ahí eran muy amistosos con los niños, varones, pero no con las niñas ni con adolescentes de su edad.  Nos entretenían con muñecos y con una televisión que sacaban al patio.

Y allí sucedió el primer abuso que sufrí. Uno de ellos me invito a ver las caricaturas, sus “padres” no estaban, y ya estando ahí me empezó a tocar e intento una violación completa, pero no lo aguante por causa del dolor y empecé a llorar. 

Mi mamá vino asustada a hablar con el chico después que me vio llorando. Yo no me atreví a decir nada, y ahí quedo la cosa.

Posteriormente, los abusos se hicieron periódicos casi cada semana por un mes hasta que mi mamá me llevo con el médico y él le dijo que sospechaba que yo había sido abusado sexualmente.
Bueno, pues el abusador fue a la correccional para menores, y la pareja huyo del lugar. Luego supimos que los adolescentes no eran sus hijos.

Cuando entre a la adolescencia constantemente yo pensaba en hacer lo mismo con otros chicos. Pero solo eran pensamientos, fantasías. No me llamaban la atención las mujeres de mi edad, porque yo pensaba que me iban a rechazar. Si me gustaban, hasta me enamoré de una, pero no me atreví a tener novia. Prefería la compañía de chicos menores a mí.

Un día quise tocar a un chico de 10 años, yo tenía catorce y él se defendió dándome con un tubo de hacer en el ojo derecho. Fue ahí cuando perdí mi ojo. El padre del chico también vino y me puso una golpiza, y terminé en el seguro social por un mes.

Tuve que huir a cananea sonora, y ahí un día bajo el influjo del resistol, se me hizo fácil jalar a un chico de 7 años a una construcción abandonada. Le di un golpe en la cabeza y no paraba de sangrar, aunque no estaba completamente desmayado.

Gracias a Dios, y si, si le doy gracias a Dios por proteger al chico, y a mí de cometer ese crimen, porque hasta pensé en asesinarlo una vez que abusara de él. Pero, una mujer que pasaba se dio cuenta y arremetió contra mí con un palo y con piedras y con todo lo que pudo.

Mucha gente vino en su ayuda y casi me linchan. Si me golpearon poquito, pero llego la policía y por ese crimen pase 5 años en la cárcel.  Apenas había cumplido los 18 y en la cárcel sufrí muchos abusos hasta que un varón de Dios que se había entregado a Cristo después de haber sido un asesino, se dio a la tarea de protegerme y de hablarme de Cristo.
Fue así como llegue a sus pies.

¿Por qué suceden estas cosas?  Después de estar en la cárcel y de yo mismo haber visto muchas cosas, yo creo que toda la gente normal que nunca han estado en la cárcel y nunca han cometido un delito serio, piensan que toda la gente es buena.

No es así, yo ya no soy malo, pero en un tiempo mi mente estaba llena de cosas torcidas, las cuales se tornan fáciles cuando hay necesidad de ganarse un dinero o cuando estás bajo las drogas o el alcohol. La mente se tuerce bien feo, hermanos. En la cárcel hay varones que ya no pueden pensar derecho y ellos mismos me decían que para ellos era mejor estar muertos porque si salían de la cárcel volverían a cometer los mismos crímenes porque esa forma de ser ya forma parte de su mente de su ser…  

Simplemente, les digo, no confíen en todo mundo por más blancas palomitas que se presenten ante ustedes. No dejen a sus hijos solos con nadie, menos a sus hijos pequeños. Son los más vulnerables.

Gracias Dios les bendiga y si alguien tiene ministerio de la cárcel no desmaye que nos hicieron mucho bien… gracias.

Pedro…

 
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