2020-09-18

Si empiezas a leer la Biblia te darás cuenta de que la historia de Dios se desarrolla a través de relatos asombrosos. Estos relatos nos enseñan sobre cómo vivieron estos hombres de Dios.
Si bien estas mujeres vivieron hace mucho tiempo, sus vidas nos sirven de inspiración. Pues como dijo Pablo:

"Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21-23).

Continuamente, en dependencia de lo que se esté desarrollando ante nuestros ojos, podemos estudiar la vida de estas mujeres para inspirarnos. Son situaciones similares a las que podrías enfrentar ahora. Sus historias, guiadas por Dios, están escritas para enseñarnos cómo actuar conforme a la voluntad de Dios en los momentos más críticos.
Algunas de las historias de estas mujeres poco conocidas en la Biblia tuvieron una gran repercusión en la zona en la que vivieron. Sus ejemplos sirven de inspiración para el crecimiento de los que creen en Jesús y para la gloria de Dios.

Estas mujeres ofrecían sus dones y habilidades más discretamente. Aun así, deseaban servir a Dios en todas las funciones a las que fueron llamados, y en ocasiones chocaron culturalmente con su género. Sabían que la mano de Dios estaba trabajando. Acá hay cinco peculiaridades de las mujeres en la Sagrada Escritura que las mujeres modernas de hoy pueden imitar.

1. Jehosheba probó tener un enorme valor

La familia de Jehosheba pudo influenciar, a fin de que se alejara de Dios.

Ella era la hija del Rey Jorom y su esposa Ataliah y hermana de Ahazia que aceptó el trono de Judá tras la muerte de su padre. El Rey Ocazia adoraba a Baal como le habían enseñado sus progenitores y abuelos. Pero Jehosheba y su marido Joiada, un sumo sacerdote, amaban a Dios. Sin embargo, ponerle fin al culto pagano de su familia inmediata requería un peligro, puesto que podía llevar a persecución y muerte.

Cuando Acacia murió, Atalía se puso al acecho para conseguir la corona. Pero para que esto pasara debía matar a sus descendientes. Mientras que Jehosheba observaba el terrible evento, consiguió salvar a uno de los hijos de Acacia, Joás.

"Mas Josaba, la hija del rey Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo robó de entre los hijos del rey que estaban a punto de ser asesinados; lo puso a él y a su nodriza en una habitación. De este modo lo ocultó de Atalía, a fin de que no lo matasen..." 2 Reyes 11:2

En 2 Crónicas 23:17-20 podemos ver que las acciones de Joseba dejaron que Joás se transformara en rey a los 7 años. Floreció bajo la dirección de Josué y Joiada, haciendo lo que era justo a los ojos de Dios.

Desgraciadamente, tras la muerte de Joiada, se halló con muchos influenciadores paganos y volvió al camino errado. Si bien por último cedió a sus malas resoluciones, la valiente elección de Josué de salvarle la vida dio como resultado un reino restaurado que adoraba a Yahvé y conservaba el estirpe de David.

2. Huldah se expresaba con valentía

Hulda - ¿Quién era? La historia de las mujeres bíblicas.

Hulda la profetisa. fue una mujer que Dios la emplea para traer un mensaje de su parte, sea futuro o bien presente. No es la única mujer a la que Dios ha hablado, tenemos a Miriam y Débora.

La historia de Hulda es poco conocida hoy. Su nombre significa "comadreja", lo cual es apropiado puesto que actuó velozmente en un instante de mucha tensión.

La historia está mujer se encuentra junto al relato del rey Josías en 2 Reyes 22 y 2 Crónicas 34. Camino al Sumo Sacerdote, su secretario recibió el Libro de la Ley. Este libro tan importante había sido descuidado a lo largo de una gran parte del reinado de Josías.

Cuando este regresó, se lo leyó a Josías. Dándose cuenta de que su nación no había seguido la ley y solicitó urgentemente una delegación para preguntar a Huldah sobre la contestación de Dios.

"Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás"(2 Reyes 22:14).

Por lo expuesto anteriormente podemos deducir dos probabilidades. Una, "El hecho de que buscasen de forma inmediata a Huldah parecería señalar que, o el profeta por defecto de Josías era Huldah, y los dignatarios ya lo sabían; o Huldah no era profeta por defecto del rey, mas era la opción obvia para los cinco dignatarios, por la razón que fuera".

Huldah tuvo una gran responsabilidad: representando a Dios a un Rey. Si hubiese sido una mala nueva, seguramente podría haber sido asesinada. Su don de premonición habla de la situación.

Al paso que sus palabras señalan la destrucción de una gran parte de la nación, Dios mostró su corazón por el remordimiento del Rey Josías y no dejó que ocurriera la destrucción hasta tras la muerte de Josías.

¿Qué más podemos decir de esta gran mujer? Lo que sí podemos decir es que Hulda tenía una buena reputación. Dios, asimismo puede utilizar a las mujeres.
Dios iba a traer juicio sobre la nación, mas por el hecho de que Josías oyó la palabra, se ablandó y lloró delante de Dios, no traería Dios el castigo en su tiempo, sino más bien tras su muerte. Y de esta forma se cumplió, el primer ataque de Nabucodonosor, el rey de Babilonia fue 4 años tras la muerte de Josías.

Como podemos ver, Hulda fue una mujer leal a Dios y que no temía a los hombres, le temía a Dios.

Por tanto, las acciones de Hulda nos recuerdan que Dios nos utiliza para decir su verdad, y aunque quizás seamos miedosos, Dios nos da la fuerza para actuar intrépidamente en sus asuntos.

3. Eunice

Si bien aparece solo una vez en las escrituras, el legado de Eunice tiene un enorme impacto en el Reino de Dios.
Ella se encargó de nutrir el conocimiento de su hijo Timoteo sobre las escrituras. Si bien Eunice y su madre Lois eran judíos, su esposo pudo haber sido un gentil o bien haber fallecido. Seguramente, un encuentro con el Apóstol Pablo en Listra llevó a la familia a reconocer a Jesús como el tan aguardado Mesías.

Pablo se asoció con Eunice para aumentar la identidad de Timoteo en Cristo.

"Me recuerda su fe franca, una fe que vivió primero en su abuela Lois y su madre Eunice y ahora, estoy seguro, vive en ". 2 Timoteo 1:5

Debido a la madurez de Timoteo, Dios incrementó el deseo de asociarse con Pablo en la fundación de iglesias. Como madre, en ese tiempo, dejar a sus hijos a la voluntad de Dios puede ser problemático. Debían trasladarse a lugares remotos, peligros, contrariedades e inclusive la muerte. No obstante, el sacrificio de Eunice dejó que el mensaje del evangelio se extendiese por todo el planeta.

Eunice se centró en una cosa: su papel primordial como formadora de la relación de su hijo con Dios, lo que llevó a un resultado asombroso: miles de vidas transformadas.



4. La mujer con el flujo de sangre se aproximó valientemente a Jesús

A lo largo de doce años, en su desesperación, procuró su sanación. La liberación de una condición que era un recordatorio incesante de la degeneración de su existencia. Repulsivo. Nadie podía tocarla.

Fue tratada por muchos médicos de la época, y la trataron mal, quitándole su dinero y dejándola peor.
Con osadía se abrió paso entre la multitud que la rodeaba. Había escuchado de Jesús, por lo que se arriesgó a ser sanada. Se ignora si sabían de su condición, mas sabían que la ley judía le prohibía su presencia. No obstante, fue valiente, tenía fe y se arriesgó. Lo hizo de todas formas, pues algo la forzó a meditar que Jesús ofrecía algo que absolutamente nadie más podía darle.

Marcos 5:27-29 relata cómo sucedió: "Cuando oyó hablar de Jesús, se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. Pensaba: «Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana». Al instante cesó su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de esa aflicción".

Tocó a Jesús, atreviéndose a pensar que tenía autoridad y que la sanaría.

Jesús no sólo la curó, sino que pronunció una bendición sobre su vida. No solo a la mujer sino más bien a todos los otros. "Mas la mujer, sabiendo lo que le había sucedido, vino con temor y temblor, se postró ante él y le afirmó toda la verdad. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado; ve en paz y sé sanada de tu enfermedad" (Marcos 5:33-34).

5. Lidia empleó sus dones para la gloria de Dios

Lidia era una próspera mujer de negocios que vendía tejido púrpura, apreciado por la realeza.
Algunos historiadores creen que su nombre procede de su localización, que era una colonia macedonia. Asimismo puede ser famosa como Euodia o bien Syntyche como se dice en Filipenses 4:2-tres.

El hecho de que su nombre y las escrituras hablen sobre que tenía un hogar señala que Lidia era una sobresaliente mujer de negocios en su comunidad.
Pero Lidia deseaba algo más y mejor, deseaba estar más en cosas del Reino de Dios. Se convirtió al judaísmo, deseaba saber más sobre Dios.
Si bien Pablo no tenía la pretensión de viajar en su dirección, el Espíritu Santo tenía otra cosa planeada. Al pasar tiempo con él, se bautizó.

"Cierta mujer llamada Lidia, adoradora de Dios, nos escuchaba; era de la urbe de Tiatira y negociante de tela púrpura. El Señor le abrió el corazón para percibir con atención lo que afirmaba Pablo". Hechos 16:14

Dios usó las experiencias de Lidia como empresaria y administradora de su hogar (Hechos 16:15), así como sus dones espirituales para propagar la nueva de Jesús y su reino. Ella acogió a Pablo y su séquito en su casa tras su bautismo. Ocasionalmente, las asambleas en su casa propulsaron la iglesia en Filipos.

La historia de Lidia prueba que Dios hace madurar a los que creen en Jesús, despierta nuestras pasiones y dones dados para emplearlos en su Reino.
Medita sobre la vida de estas mujeres poco conocidas en la Biblia, y mira de qué forma tu vida puede ser transformada por su legado.

 
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