
Padre amado, vengo en este momento ante Ti. Postro mis rodillas ante tu Hijo Jesús, y abro mi corazón a la gracia plena del Espíritu Santo reconociendo:
- Que debo primeramente, enfocar mi
vida a todas las cosas que pertenezcan a tu reino.
- Que debo perdonar a otros y
perdonarme a mí mismo: para que yo sea también perdonado.
- Que debo creerle firmemente a tu
palabra escrita e inspirada a hombres santos y a profetas.
Entrego a Ti todo mi ser porque Tú conoces
mis luchas, Tú conoces todas las cosas que yo y mi familia hemos
atravesado, y tú sabes que nuestro deseo es vivir en paz y ser totalmente
libres de toda cadena financiera que nos ate: de toda carga emocional, de toda
influencia maligna. También ayúdanos a olvidar el pasado para poder vivir
con alegría en este año 2016.
Señor, abre mis ojos para poder conocerte más, entender más de tu palabra y ponerla por obra. Derrama sobre mí la sabiduría que pusiste en Salomón, la valentía del rey David, la elocuencia del Apóstol Pablo, pero sobre todo: lléname de tu paz y serenidad, porque cansados y cargados hemos estado y hoy venimos a ti para que nos hagas descansar.
Quita por el poder de tu sangre toda
vergüenza, todo mal recuerdo, toda raíz de amargura que nos atormente el alma,
y dale a nuestra mente claridad para en 2016 entender, creer y experimentar tu
divino amor.
Señor, te pido que las puertas de
los cielos se abran sobre tu humilde hijo y sobre mi familia; y que este 2016 tus ángeles rodeen mi hogar y nos defiendan, y que vengan maravillosas
oportunidades y milagrosas bendiciones como nunca antes lo hemos visto ni lo
hemos vivido.
Con todo mi
corazón Padre Celestial, te adoro…
Escrito por Hermes Alberto Carvajal