En la actualidad, se ha determinado que para detectar el cáncer de seno, hay que mirar la contextura de las caderas de una mujer promedio.
La organización BMJ Open, comprobó que la acumulación de grasa alrededor de la cintura en las mujeres entre las edades de 20 años de edad, hasta 60 años de edad, son propensas a sufrir y padecer de cáncer de seno. Este dato totalmente parte de conflictos cardiovasculares y digestivos que hacen abultar los vientres e incrementan el sobrepeso.
El cáncer aparecería luego de la menopausia. Pero a temprana edad, se puede determinar si la dama es propensa a tumores cancerosos en las mamas. Al cumplir la mayoría de edad o al llegar a la era de los 20, si la mujer aumenta una sola talla de peso, tiene aproximadamente el 30% de padecer cáncer. En cambio, las féminas que aumentan de dos a más tallas durante el recorrido de los 20 años, tiene un 70% de padecer el tumor.
Esto lo explica el estrógeno desarrollado a través de la grasa acumulada en las caderas. El estrógeno es el causante de los tumores cancerosos en las mamas. Por lo tanto, siempre cuando el cuerpo femenino se desarrolle de esa forma, es preferible cuidar la alimentación y tener una rutina de ejercicios para mantener un cuerpo saludable.
El metabolismo se ve comprometido con el aumento de peso y en las mujeres además, con el desarrollo de estrógenos, peligrando la adultez de cada una de ellas. La campaña mencionada antes nunca pierde vigencia; pero podría cambiar de rumbo.