Pensé muchas veces quitarme la vida
Era tanta mi confusión
emocional, que llegué a pensar en irme de mi casa o en quitarme la vida.
Madre, no crea usted que un
hijo o una hija de 9, 10,11, o 12 años, no piensa en el suicidio. ¡Claro que,
SÍ! Lo pensé, y muchas veces, simplemente ahí... sí me fallaba la imaginación.
Pero si en mi casa hubiéramos tenido una pistola, yo la hubiera tomado. En
aquel entonces, me hubiera quitado la vida.
Me sentía despreciada, ya a
mis 12 años, mi cuerpo ya estaba cambiando, pero mi mente seguía atrapada por
las cadenas de ese abusador. Él me llenaba de temor con sus amenazas, que cada
vez eran más lastimosas y violentas. Me mostraba mucho “amor”, cuando me hacia
esclava de sus pasiones, pero inmediatamente después, me llenaba la cabeza de
amenazas y miedos.
La historia es muy larga
amigos, sólo quiero terminar diciendo que Federico continuó abusando de mí
hasta los 14 años. Un día aproveche que mi madre y él habían salido al médico,
porque ella estaba embarazada, lo cual me aterraba: pensar que él le haría daño a mi futura hermanita. Cuando ellos regresaron yo había huido de la casa.