¿Continúa Dios dando revelaciones?
Este es un tema muy controvertido, ya que la gran mayoría dice que sí, mientras otros dicen que no, que Dios no sigue dando revelaciones.
Con el tiempo hemos sido testigos de extrañas profecías. Estas revelaciones fueron rechazadas y tachadas de erróneas, pues para los cristianos bíblicos limitan estas experiencias a aquellas que se encuentran en la Biblia, pues de acuerdo a 2 Timoteo 3:16, "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia". Esto significa que Dios mismo está hablando.
Sin embargo, para otros teólogos modernos como es el caso de Dewey Beegel, quien apoya el movimiento carismático y dice que el canon de las Escritura no está cerrado y que Dios continuará dando revelaciones especiales a ciertas personas, pues Dios es un Dios personal y como Dios, hace lo que quiere. Tal es el caso de estos niños venezolanos, quienes afirman que fueron llevados por el mismísimo Dios al infierno y al cielo para que vieran cómo era, enderezaran sus vidas y sirvieran de testimonio a otros. También dice una de las niñas, que las mujeres que usan perfume se van al infierno, entre otras cosas y casos...
En 'The Master’s Seminary Journal, volumen 14', dice:
"El Espíritu Santo en verdad está obrando poderosamente en la iglesia hoy, pero no en la forma que piensan muchos carismáticos. El papel del Espíritu Santo es de delegar para predicar, enseñar, escribir, hablar, testificar, pensar, servir y vivir. Sí nos dirige hacia la verdad de Dios y nos dirige hacia la voluntad de Dios en nuestras vidas. Pero lo hace a través de la Palabra de Dios, nunca separada de ella. Referirnos al ministerio de liderazgo y apoderamiento del Espíritu Santo como inspiración o revelación es un error. Usar la frase tal como “Dios me habló”, o “Esta no fue mi idea; el Señor me la dio”, o “Estas no son mis palabras, pero un mensaje que recibí del Señor” confunde el asunto de la dirección del Espíritu en la vida de los creyentes hoy.
Imitar esa clase de confusión sigue en las manos del error que niega la unicidad y autoridad absoluta de la Escritura”.
"El Espíritu Santo en verdad está obrando poderosamente en la iglesia hoy, pero no en la forma que piensan muchos carismáticos. El papel del Espíritu Santo es de delegar para predicar, enseñar, escribir, hablar, testificar, pensar, servir y vivir. Sí nos dirige hacia la verdad de Dios y nos dirige hacia la voluntad de Dios en nuestras vidas. Pero lo hace a través de la Palabra de Dios, nunca separada de ella. Referirnos al ministerio de liderazgo y apoderamiento del Espíritu Santo como inspiración o revelación es un error. Usar la frase tal como “Dios me habló”, o “Esta no fue mi idea; el Señor me la dio”, o “Estas no son mis palabras, pero un mensaje que recibí del Señor” confunde el asunto de la dirección del Espíritu en la vida de los creyentes hoy.
Imitar esa clase de confusión sigue en las manos del error que niega la unicidad y autoridad absoluta de la Escritura”.
