En la vida, el cambio es lo único que tenemos garantizado y por eso debemos adaptarnos y entender que para afrontar los cambios positivamente, no debemos tener miedo, al contrario, debemos demostrar firmeza.
Los cambios, sean negativos o positivos, traen consigo dificultades y muchas veces nos encontramos ante una encrucijada donde no sabemos qué hacer.
Pero debemos mantener la fe en Dios, los ojos en la Roca, entender que como seguidores de Cristo los cambios pueden dar vida y que, para seguir a nuestro Señor Jesús, debemos aprender a manejar las dificultades que anticipan a todo cambio.
Para enfrentar los cambios con firmeza y de la mano de Dios, aquí te dejamos algunos consejos.
Realiza largas caminatas solo y habla mucho con Dios
Sal para caminar, conecta con la naturaleza y habla con Dios. Luego permanece en silencio por un rato. Cuando tu corazón sienta que debes seguir hablando con Dios, hazlo de nuevo y luego guarda silencio de nuevo. Haz esto todos los días, si es posible por una hora y recuerda que siempre, en el momento de cambio o transición que vives, debes mantener la vista en la Roca.
Lee los Salmos. De hecho, vive en ellos
Los Salmos, son el cancionero de Israel y están tan llenos de sabiduría que te "atrapan" e iluminan. No eres el primero en sentirte abandonado, solo, traicionado o ansioso. Encontrarás muchos salmos que se relacionen con tu situación y con lo que estás pensando. Lee estos salmos, hazlos tuyos, vívelos y reclámalos. Escribe los que más se asocien a ti y más te gusten y guárdalos para leerlos con frecuencia.
Mantente ocupado haciendo cosas buenas
Lo peor que puedes hacer es sentarse en la casa y esperar a que suene el teléfono, o mirar demasiada televisión, jugar en la computadora sin cesar o comer en exceso.
Dependiendo de tu situación, busca:
a) apagar el impulso de pasar el día en la cama.
b) hacer algo productivo, por pequeño que sea, al comienzo del día, y
c) mantén la casa ordenada y limpia. Un dormitorio desordenado te puede sumir en la depresión.
Sal de la casa
¿Qué o quién necesita tu toque hoy? ¿Qué puedes hacer para marcar una diferencia, por pequeña que sea, en la vida de alguien? Pregúntate qué puedes hacer para aligerar la carga de los demás, visita a tus familiares, encuentra un hogar de ancianos que necesite apoyo y llévales la palabra de Dios a los adultos mayores. Verás cómo Dios te aligera el camino en la transición que experimentamos.