La dueña de una pitón, decidió tener a su gran serpiente siempre muy cerca de ella. La vida de esta mujer de la India fue vista con estupor, pues desde el momento que llevó a la serpiente a casa, se encariñó con ella, y hasta lograba tomar la siesta junto a su mascota.
Para la dueña no era importante el saber que, una pitón, no es un animal apto para tenerlo en casa, o por lo menos, sin las medidas exclusivas que conocen solo los veterinarios o individuos expertos en el animal.
Durante el crecimiento de la serpiente, la dueña la alimentaba de forma constante y religiosa, cosa que fue fácil notar que la culebra no comía. De la noche a la mañana decidió no ingerir ninguno de los alimentos que su dueña le proporcionada con tanto amor y dedicación. Por lo que las siestas con la serpiente aumentaron, ya que el ama de la serpiente quería consolar alguna enfermedad que aún no había sido diagnosticada.
Los días pasaron y la culebra no ingería absolutamente nada, pero se volvía más cercana a su ama, quien pensaba que su mascota tenía una congoja o algún dolor del cual, por su condición de animal, no podía quejar al igual que un humano. Por lo que la dueña buscó la ayuda de un veterinario.
Allí el médico observó al animal. Y escuchó atentamente la explicación que la dueña le dio: << La serpiente ha detenido su alimentación por completo, y no sé qué puede estarle pasando. Estoy preocupada >>.
El veterinario le hizo una serie de preguntas, alertando de inmediato a la dueña: << ¿Usted duerme con la Pitón? Si duerme con ella en la cama o de forma seguida, y siente que la serpiente se mueve alrededor de usted, lo que cree que son cariños o búsqueda de consuelo, no es más que la forma que tiene la serpiente de medir su cuerpo, ya que su mascota no se encuentra con ningún padecimiento sino que se está preparando para comérsela>>
La estupefacción de su dueña generó un pavor que al principio no fue creído. Por lo que el médico le explica que las pitones suelen comer humanos, y una del tamaño de la que la mujer albergaba en su vivienda puede engullir perfectamente a una persona entera. Pero para eso, la culebra se prepara por varios días. Estudia lo grande que es la víctima, lo que necesitará digerir y, por esa causa, no come nada más para tener su cuerpo vacío, y así poder comerse el platillo completo; quien en este caso, es su propia dueña. Un mero acto animal de supervivencia.
Los casos de serpientes pitón (o tragavenado), que engullen personas son muy conocidos en el mundo, y parece increíble que hoy en día existan personas que desconozcan estos hechos. Más aún, cuando se tienen en casa.