2020-11-28

“Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación.Canto salmos al Señor. ¡El Señor ha sido bueno conmigo!” Salmos 13:5-6

Un corazón arrepentido es aquel que se alegra en la salvación de Cristo y conoce que le sirve al Dios Supremo. Los corazones arrepentidos no nacen, antes de conocer a Jesús como nuestro Señor y Salvador, nuestros corazones eran insensibles con piedra, nuestros ojos estaban ciegos a la Palabra y nuestros pies resbalaban hasta caer en el pecado. Éramos hijos de desobediencia.

Ahora que hemos abierto nuestros corazones y hemos deseado ser cambiados a nuevas criaturas por la preciosísima sangre de Jesucristo, nuestros corazones se rinden en adoración ante nuestro Señor. 

Son muchas las hermosas características que tiene un corazón quebrantado, aquí te menciono algunas:

Reconoce que es un pecador

“Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado” (Salmos 51:3).

Reconocer que necesitamos de Cristo para recibir la vida eterna y vivir en la voluntad de Dios es el inicio de la transformación de un corazón quebrantado.


Desea más de Su Señor y se rinde en adoración


Un corazón arrepentido enloquece ante la presencia de Dios. No puede contener la emoción de recibir al Espíritu de Dios. Su corazón se deleita y rinde en alabanzas.

“Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas.Desde tiempos antiguos  tus planes son fieles y seguros” (Isaías 25:1).

El centro de su vida es Cristo y todo lo que hace es para ‘El.

Muestra los frutos del Espíritu al compartir Su Palabra

Un corazón arrepentido ya no vive para él mismo, satisfaciendo los deseos de la carne, ahora vive por Cristo y para Cristo. Todo cuanto hay en su vida ha sido moldeado para bendecir el nombre de Dios y cumplir la voluntad del Padre. A pesar de los problemas por lo que atraviesa mira la luz de Cristo y deja su aflicción en las manos de Dios.

“Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos” (Colosenses 3:15).


Busca con ansias la Palabra de verdad para ser confrontado una y otra vez

Aquel que sirve a Dios sabe que es un pecador  y su Dios lo ha santificado. Por eso procura vivir para Su gloria y desea mantenerse en santidad para agradar a Su Señor, busca parecerse cada vez más a Cristo a través cumpliendo Sus mandatos y obedeciendo con amor. 

“Deseen con ansias la leche pura de la palabra,como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación” (1 Pedro 2:2).


Muestra los frutos del Espíritu.


¡Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu! Los corazones quebrantados muestran el Espíritu de Dios que mora en ellos, porque estos son la luz del mundo y son hijos del Dios viviente.
“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. Gálatas 5:22-23