¿Quién es el responsable de que el matrimonio funcione? ¿Dios, el Marido, la esposa, o las suegras?

2020-10-01

VERDAD #1: Si Dios entregó a su Hijo en la cruz para morir por nuestros pecados, en ningún momento de nuestra vida podemos pensar que Él nos ha dado algo que no sea para nuestro beneficio.

¡Qué alegría nos da saber que Dios siempre obra para nuestro bien! A veces ante las dificultades nos cuestionamos y dudamos de la grandeza de Dios y pensamos que Él se olvidó de  nosotros y que no nos escuchará. Si amas a Dios y deseas cumplir sus mandamientos, no deberías comportarte como que no  conoces las consecuencias  de hacer las cosas que a Dios no le agrada.

Sus mandatos son claros y su tiempo es perfecto, tal vez no estés escuchando cuando te dice: Aún no estás listo para tenerlo, no te puedo dar tanto dinero porque te alejaras de mí y te perderías, o  cuando te dice que te esfuerces y seas valiente, o simplemente te dice yo te daré algo mejor que lo que tú deseas, no me limites y recibe mi bendición. 

¿Dudas de que Nuestro Señor nos habla? Él nos levanta, nos consuela y nos dirige en nuestro caminar, pero muchas veces hacemos como el joven rico y regresamos atrás (Marcos 10: 17-30).

Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?.... (Juan 6: 28) 

VERDAD #2: Para poner en práctica las obras de Dios no es necesario que seas un líder de la iglesia, un misionero o una monja. ''Debes empezar a trabajar desde el interior''. Esa frase puede que la hayas escuchado antes y tal vez con un enfoque a ti mismo. 



“Debes empezar a trabajar  desde lo más profundo de tu corazón, desechando toda ira y amargura  que te cohíben de entrar en la presencia de tu Señor; y disfrutar de sus bendiciones dadas en los lugares celestiales en Cristo Jesús, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. (Efesios 1:3-4)”  ¡Ahora sí!

''Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.'' Proverbios 4:23

VERDAD # 3: Dios nos manda a guardar nuestros corazones para que no seamos necios, seres insensibles que no disciernen, que adoraran la maldad y disfruten de las malas obras.

Las Escrituras nos advierten, y una y otra vez nos recuerdan: ''Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios''. Mateo 4:4   

Estas bendiciones son dadas a los hijos de Dios, escogidos en Él antes de la fundación del mundo, para que fuesen santos y sin mancha delante de Él. 

 ¿Cómo sé si soy un hijo de Dios?

Esta pregunta nos da paso a la VERDAD # 4. La misma no puede ser contestada por las apariencias, ni por lo mucho que sepamos de la Biblia o asistes a la iglesia. Sabemos que somos hijos de Dios cuando Él nos pide que lo dejemos entrar en nuestras vidas y nuestros deseos son su voluntad, sabemos que somos sus hijos cuando deseamos escuchar sus palabras. 

Cuando reconocemos a su Hijo como el Rey de reyes y Señor de señores y, sobre todo, nuestro Salvador, sabemos que somos sus hijos cuando nos gozamos en sus bendiciones y deseamos entrar en su presencia.

Él te conoce y, si eres uno de sus hijos, no parará de buscarte hasta que encuentre a su oveja perdida. ¡Bendito sea Nuestro Padre!