Hablar con Dios podría resultar muy difícil para algunos. Pero es más sencillo de lo que piensas, pues gracias al sacrificio de su Hijo en la cruz tenemos acceso directo al Padre. No obstante, no todos se sienten bien hablando con Dios, ya que no es lo mismo hablarle a un amigo que corresponde a un dialogo e interactúa con su voz, que hablarle al Padre, quien nos escucha en lo secreto. Entonces ¿Cómo sabes si Dios te escucha?
Puedes estar seguro y confiar plenamente en Su Presencia amorosa junto a ti cada día. Abre tu corazón para que puedas ver con otros ojos y escuchar con oídos nuevos.
Dios, sí está contigo, sí te ama,
sí se preocupa por ti, sí quiere
sanar tus emociones; perdonar
tus errores, sacarte del pozo
de la angustia.
Si hoy aceptas la ayuda de
Dios
Oración de la noche al descansar