Todos nos enfrentamos a pruebas y tribulaciones en nuestras vidas que a veces pueden parecer abrumadoras. Esto es especialmente cierto cuando sentimos que estamos enfrentando esos desafíos solos. Así es, durante esos momentos difíciles, es importante recordar que Dios tiene un plan para tu vida, aunque no sepas cuál es en este momento.
Confiar en Dios y en su plan divino para tu vida puede ser un reto, pero con la práctica, puedes encontrar tu fe de nuevo y redescubrir lo que significa tener fe en Dios.
Recuerda que Dios tiene un plan para tu vida
Así que, aunque no sepas cuáles son esos retos, debes saber que están ahí para ayudarte a crecer como persona y acercarte a Dios. Y, a medida que superes esos desafíos, no olvides agradecer a Dios por proporcionarte las herramientas que necesitas para prevalecer.
Recuerda que todo sucede por una razón
Aunque no siempre puedas ver la razón detrás de lo que sucede en tu vida, está ahí. Sí, es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero intenta ver el lado positivo de tu situación. Esto no significa que tengas que alegrarte de lo que ocurre en tu vida, pero sí que tienes que intentar ver lo bueno en ella. Si no puedes encontrar nada, pide a Dios que te ayude a encontrar lo bueno.
Él definitivamente te ayudará a verlo, aunque sea pequeño. Por otro lado, si tienes un ser querido que está luchando con su fe o que ha perdido su fe, trata de ayudarle a encontrar la razón detrás de lo que está pasando en su vida. Puede ser muy frustrante, e incluso descorazonador, sentir que Dios te ha abandonado. Pero, en lugar de quedarte sentado y sentir lástima por ti mismo, trata de encontrar la razón detrás de tu situación. Lo más probable es que te ayude a recuperar tu fe y a sentirte más cerca de Dios.
Concéntrate en el presente, no te preocupes por el futuro
Nadie sabe lo que depara el futuro, y eso es bueno. Se supone que debemos vivir en el presente y ser conscientes del ahora, no preocuparnos por el futuro. Dios sabe lo que nos depara el futuro y tiene un plan para cada uno de nosotros. Si te preocupas por lo que te depara el futuro, no estás viviendo en el ahora, estás viviendo con miedo a lo que pueda pasar.
Concéntrate en lo que está sucediendo ahora mismo en tu vida y trata de olvidarte del futuro. No puedes hacer nada al respecto en este momento, y pensar en ello no te ayudará en absoluto. Por lo que, si estás luchando con tu fe y te cuesta encontrarla de nuevo, intenta centrarte en el ahora. Deshazte de todos los pensamientos sobre el futuro, apaga las noticias y las redes sociales. En su lugar, intenta meditar en el momento, concentrándote en tu respiración cuando entra y sale de tu cuerpo.
Aunque no lo creas, la respiración nos recuerda Su aliento de vida. Con un soplido, Él nos dio vida. Haz lo que sea necesario para volver al ahora. Mientras puedas inspirar y exhalar, estás vivo. Hay esperanzas, solo suelta y confía.
Persevera y recuerda que nunca estás solo
Mientras intentas recuperar tu fe, puede que te sientas frustrado o incluso enfadado. Puede que te sientas molesto con los demás y con ganas de abandonar. Si te encuentras en esta situación, es importante perseverar y recordar que nunca estás solo. Dios siempre está contigo y siempre está dispuesto a ayudarle a superar sus luchas. ¿No lo crees? Puedes sentir que Dios te ha abandonado, pero no es así. Él siempre está ahí, aunque no lo sientas. Él está ahí para ayudarte y apoyarte en tus luchas.
Además, él quiere que perseveres y que recuerdes que nunca estás solo. Intenta hablar de tus sentimientos y recuerda que Dios está ahí para ayudarte a superarlo. Recuerda que nunca estás solo y que Dios está contigo en cada paso del camino.
Sé agradecido en todas las circunstancias
En lugar de pensar en los desafíos, trata de estar agradecido por las cosas que hay en tu vida. Esto no significa que tengas que olvidarte de tus retos o ignorarlos; sólo significa estar agradecido por las cosas de tu vida, sin importar lo pequeñas que puedan parecer. Puede que pienses que es imposible estar agradecido por tu situación, pero te sorprendería ver cómo puede ayudarte a superar tus retos. Si estás luchando con tu fe y quieres recuperarla, intenta ser agradecido en todas las circunstancias.
"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús¨ (1 Tesalonicenses 5:18).
No te sientas agradecido solo cuando seas feliz o todo parezca ir bien; intenta ser agradecido en todas las circunstancias, incluso en las más difíciles. Esto puede parecer difícil, pero es posible. Intenta creer en lo bueno de tu situación y céntrate en ello. Dios siempre tiene un propósito, aunque a veces lo entiendas 20 o 30 años después.
No juzgues; no sabes lo que no sabes
A veces te encuentras juzgando a otras personas o criticando su comportamiento. Puedes suponer que estás siendo útil o juicioso, pero no es así. Estás juzgando, y esto puede hacer que pierdas la fe. No sabes lo que está pasando en la vida de otra persona, así que intenta no juzgarla ni criticarla. No sabes por lo que han pasado o a qué retos se enfrentan.
Si luchas con tu fe y quieres recuperarla, intenta no juzgar ni criticar a los demás. Intenta ser abierto de mente y comprensivo, especialmente con aquellos que parecen ir en una dirección diferente a la tuya, completamente diferente a lo que tú crees.
Recurrir a la oración en lugar de confiar en la confianza
En algunas situaciones puedes sentir que has perdido toda la confianza en ti mismo. Puede sentir que no puede hacer nada correctamente o que ha cometido demasiados errores. Si te encuentras en esta situación, intenta recurrir a la oración. Ora, para que te guíen, para que te ayuden, para que te den la confianza que necesitas para superar cualquier reto al que te enfrentes. No seas sabio en tu propia opinión, confía en Dios.
Conclusión
Los desafíos y las luchas son parte normal de la vida. Sin embargo, también pueden ser desafíos importantes que pueden dificultar el mantenimiento de una fe fuerte. Es importante recordar que Dios siempre está ahí para ayudarte a superar tus retos, sin importar los grandes o pequeños que sean.
A través de estos desafíos, puedes encontrar una fe más profunda en Dios y aprender más sobre quién es Él y qué quiere para tu vida. Cuando te enfrentes a los desafíos, trata de mantener la confianza. Tener fe es creer en Él sin ver. Lo que te está pasando es para construir una relación más fuerte y cercana con Dios.