8 Mitos Sobre La Perdida De Peso Y La Obesidad Que Los Cientificos Han Desmentido

4- La lactancia materna

La lactancia materna protege a los hijos frente a la obesidad.

La Organización Mundial de Salud (OMS) a través de un reporte señala que las personas que fueron amamantadas cuando eran infantes son menos propensas a ser obesas después en su vida . No obstante, a los estudios sobre los que se fundamenta la recomendación de OMS se les acusa de estar segados. Otros estudios con un mejor control de factores de confusión (por ejemplo aquellos que incluyen el análisis de hermanos dentro de un misma familia) y otro ensayo aleatorio y controlado en el que participaron más de 13000 niños que fueron vigilados durante más de 6 años, no revelaron evidencia convincente sobre un efecto positivo de la lactancia materna en la obesidad.

Educación física escolar

5- Educación física escolar

Las clases de educación física tal como se presentan actualmente juegan un papel importante en la prevención o reducción de la obesidad infantil.

El artículo científico sostiene que no se ha demostrado que la educación física en su formato actual reduzca o prevenga la obesidad. Los resultados en tres estudios que se enfocaron en extender el tiempo en clases de educación física arrojaron que aun cuando hubo un incremento en el número de días en los que los niños asistieron a estas clases, los efectos sobre el índice de masa corporal fueron inconsistentes entre grupos de sexo y edades. De igual forma, el artículo agrega que dos meta-análisis mostraron que los programas basados en la escuela, incluidos aquellos especializados que fomentan la actividad física resultaron ineficaces en la reducción del índice de masa corporal, de la incidencia o de la prevalencia de la obesidad.

Pequeña ingesta energética

6- Pequeña ingesta energética

Pequeños cambios sostenidos en la ingesta o en el gasto energético producirán grandes cambios en el peso a largo plazo.

Según el artículo, esta aseveración se basa en la vieja regla de las 3500 kilocalorías. Dicha regla equipara 450 gramos de alteración en el peso como respuesta a una deficiencia o incremento acumulado de 3500 kcal. No obstante, aplicar la regla en casos en los cuales se hacen pequeñas modificaciones durante largo periodos de tiempo, violenta los supuestos del modelo original, el cual fue obtenido a partir de experimentos de corto plazo y llevados a cabo principalmente en hombres con dietas hipocalóricas (<800 kcal diarias). Estudios recientes han revelado que la variabilidad individual afecta los cambios en la composición corporal en respuesta a los cambios en el consumo y el gasto energético. Sin embargo, los análisis realizados predicen cambios mucho más pequeños en el peso de lo que establece la regla de las 3500 kcal.

Por ejemplo, mientras la regla de las 3500 kcal predice que una persona que incremente el gasto energético diario en 100 kcal caminado 1 milla (1.6 km) bajará más de 50 libras (22.7 kg) durante un periodo de 5 años, lo cierto es que es que sólo rebajará 10 libras (4.5 kg), partiendo del hecho de que no habrá incremento compensatorio en la ingesta calórica, ya que los cambios en la masa del cuerpo alternan los requerimientos calóricos del mismo.

El acto sexual adelgaza

8- La genética y la obesidad

Totalmente Falso. Estudios sobre semejanzas y diferencias entre miembros de la misma familia, gemelos y niños adoptados ofrecen evidencia científica indirecta de que las variaciones en el peso entre personas adultas se debe en parte a factores de carácter genético. Otros estudios han realizados comparaciones entre personas obesas y no obesas atendiendo variaciones en los genes que podrían influir en el comportamiento de las personas o en su metabolismo. En términos de comportamiento, como la tendencia a comer en exceso o a ser sedentario y en lo que se refiere al metabolismo, una disminución en la capacidad quemar la grasas, o bien un incremento en la tendencia a acumular grasa corporal. Dicho estudios han identificado particularidades en varios genes que pueden contribuir en la obesidad a través del incremento del hambre y la ingesta de la alimentos.