Muchas veces sentimos que nuestra vida se ha estancado. Sentimos que no avanzamos más, que todo lo que hacemos nos sale mal.
Para colmo, esperamos que el cambio sea para mal y no para bien.
Ya sea que tengamos problemas en la casa, en el trabajo, en la universidad o en la escuela sentimos que no vamos hacia ningún lado y nos sentimos fracasados.
Pero qué pasa si te digo que, esta es la manera en la que Dios te guía hacia el propósito que tenía ya en mente desde antes de que tú nacieras. ¿Estarías de acuerdo?
Me refiero a etapas duras en nuestras vidas en las que nos encontramos como en "espera".
Algo está por pasar, por lo que contamos los días. No obstante, no esperamos contentos y confiados en que se está haciendo la voluntad de Dios en nuestras vidas, pues durante este tiempo la incertidumbre nos carcome y, en vez de alinearlos con Su propósito, nos alejamos más y más.
Te contaré una historia de la vida real.
Hace un par de años, mi cuñado, quien es pastor, sintió que en su trabajo ya no tenía nada más qué hacer.
Por lo que se puso en oración esperando dirección. Pronto surgió una oportunidad. Pero esta chance trajo consigo incertidumbre, pues tenía un buen trabajo, aburrido, pero estable; por lo que le daba miedo cambiar. Sin embargo, estaba estancado en ese trabajo.
Este hombre, como profesional sentía que ya no podía esperar un ascenso o algo ligeramente mejor a la posición en la que se encontraba.
Nos cuesta dar el salto
Tenemos que entender que la vida de un cristiano está dirigida solo por la voluntad de Dios. No se cae una hoja de un árbol sin que Dios no se dé cuenta. Además, como dice Mateo 10:30 "Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados". Entonces, ¿por qué hay que temer?
Mi cuñado confiesa que, por poco, no acepta el trabajo, pero lo hizo.
El resultado…
El resultado no salió como él esperaba, el nuevo trabajo resultó ser peor que el anterior, pero su fe no flaqueó, siguió esperando y alineándose con los planes de Dios, hasta que, seis meses después, surgió una nueva propuesta.
“¿Otro cambio, daré el salto?” En seguida, aceptó. Esta vez obtuvo un trabajo excelente, con el cual pudo hacer muchas más cosas por su familia y por el Ministerio.
Lo curioso es que, los dos trabajos anteriores sirvieron de base sólida para realizar el trabajo que, gracias a Dios, resultó ser el definitivo. De no haber tenido la experiencia de los dos empleos anteriores, no hubiese conseguido el tercero.
¿Ves cómo obra el Señor? A continuación, te presentamos 5 Maneras en las que Dios te prepara para el gran cambio en tu vida
1. Dios nos renueva cada día
A veces nos sentimos viejos o inútiles. Ciertamente, no es cuestión de edad, pues aún personas muy jóvenes se sienten viejas. Es por ello por lo que Dios utiliza nuestros tiempos en espera para renovarnos.
Recuerda esto, Dios no solo quiere cambiar las circunstancias que te rodean, Él desea transformarte a ti.
2. Durante esta crisis debes reflexionar
Sé que esta crisis que estás atravesando puede ayudarte a reflexionar. ¿Qué me quiere enseñar Dios con esta situación? ¿Cómo me ha cambiado? ¿Ha cambiado en algo mi fe en el Señor?
Este es un buen momento para pensar en todo lo bueno que Dios nos ha dado. Muchas veces solo recordamos lo malo de la vida y olvidamos con facilidad lo maravilloso que Dios ha sido con nosotros.
Dios ha sido fiel en el pasado y seguirá siendo fiel ahora, mañana, siempre.
3. Dios quiere darte paz
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
Cuando te encuentras en una situación en la que no sabes qué esperar es el momento de buscar a Dios con todo tu corazón. Es momento de tratar calmar nuestra mente y emociones e ir confiados al trono de la gracia.
No importa que te sientas molesto o abatido por tu situación actual, debes enfocarte en Él para que puedas experimentar su poder y obtener la dirección que tanto necesitas.
4. Dios utiliza este tiempo para sanarte
Cuando atravesamos una época difícil, esperamos que Dios nos saque de esa situación lo antes posible. De hecho, nos enfocamos en querer salir sea como sea y terminamos barriendo los trocitos rotos de nuestro corazón bajo la alfombra. Pero Dios no quiere que acumulemos basura, Dios quiere sanarnos.
En otras palabras, aunque nuestra situación llegue a mejorar, en nuestro corazón quedan áreas sensibles que en cualquier momento puede desencadenar en otra crisis que nada tiene que ver con la anterior.
Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias. (Salmo 103:1-3)
5. Durante el tiempo de transición, Dios quiere que descanses
Dios también puede darte tiempo para descansar, así renuevas fuerzas para trabajar en Su propósito cuando Él lo disponga, ya que su tiempo es perfecto.
De hecho, Dios también descansó luego de crear el mundo. Por tanto, debes aceptar con gratitud ese período de descanso que Él te quiere regalar.
Recuerda esto, Dios no te va a dar una corona especial por haberte agotado más allá de tus fuerzas cuando en realidad debiste haber reposado, descansado en Él.
Como la misma Biblia dice, cada cosa tiene su tiempo y también hay tiempo de trabajar duro, muy duro, pero también hay un tiempo para descansar, y algunos de nosotros queremos sentirnos héroes porque siempre vivimos en el extremo del trabajo sin descanso.
Descansa por favor...pero después de descansar, a seguir trabajando con todas tus fuerzas...