No
es perjudicial recoger pichones y devolverlos a sus nidos, y tampoco provocará
que su madre los rechace. Las aves no tienen muy desarrollado el sentido del
olfato, por lo que ni siquiera sabrán si usted tocó a sus polluelos. Aunque no
estaría mal si simplemente, los deja donde los encontró, ya que sus padres
probablemente estén muy cerca.