César Millan es oriundo de Sinaloa, México. Es un hombre que vive por y para los perros. En 2011, el famoso "encantador de perros" pasó por una fuerte depresión. Incluso, contempló la posibilidad de suicidarse. Pero sus mascotas y la fe en Dios le ayudaron a recobrar la fe.
Millán confiesa: "Creo que el aprendizaje más grande que me han dejado los perros es que, aunque algunas manadas te rechacen, hay otras que te aceptan. Ser aceptado es difícil, y gracias a ellos (sus queridos caninos) pude recobrar la fe con la que llegué a los Estados Unidos, siendo un inmigrante sin un dólar en la bolsa".
César Millán cuenta que cuando era niño su padre no le inculcó su lado emocional, ya que le decía: "Los hombres no lloran". Pero agrega: "Algunas personas no llegan a tener éxito en la vida porque se les baja el ánimo. Cuando estás en 'la planta baja' es cuando te haces más sabio en la vida; te vuelves un guerrero y, entonces, entiendes que tus sueños son más importantes que el sentirte víctima".
Gracias a la fe inculcada en su familia. El líder de la manada" nos muestra un vivo ejemplo de cómo un latino puede alcanzar el "sueño americano".