Las estrellas no luchan para brillar, los ríos no luchan para fluir, y TÚ nunca tendrás que luchar para sobresalir en la vida, porque TÚ mereces lo mejor, y lo mejor es Cristo en tu vida.
Eres único, creado a imagen y semejanza de nuestro Dios. Tienes un lugar en este mundo, nunca debes olvidar eso. Incluso cuando la vida se pone difícil, nunca debes rendirte. Recuerda, las estrellas no luchan por brillar ni los ríos luchan por fluir, esa es tu señal para seguir adelante y perseguir tus sueños.
Cree en Dios, y, por supuesto, en ti mismo, pues él vive en ti. Concéntrate en tu objetivo y actúa. Eres capaz de lograr grandes cosas, así que toma acción y ten confianza en las habilidades que el Todopoderoso ha puesto en ti. Verás que te vendrán cosas buenas, si estás dispuesto a poner tus planes en Sus manos, pero debes ponerte de inmediato en acción, ¡manos a la obra!
Te repito, no lo olvides: Tienes el poder de hacer realidad tus sueños, así que no tengas miedo de correr riesgos y arriesgarte. Con la ayuda de Dios, trabajo duro y dedicación, se puede lograr cualquier cosa.
¡Amén!
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