Dios Te Dice: Te Amo, Te lo he Dicho y Te lo Seguiré Diciendo Día y Noche

2020-09-30

El Salmo 46 es probablemente uno de los Salmos más famoso entre los que aman a Jesús. Este quizás fue escrito cuando el ejército asirio invadió y rodeó Jerusalén.
Pero ¿quién es Dios? Todo aquél que en Él cree debe reflexionar sobre quién es nuestro Señor.

Pero te preguntaré algo más ¿has escuchado la voz de Dios? quizás no estás meditando en las Escrituras. Quizás tampoco estás guardando silencio para escuchar Su voz. Ciertamente, es necesario que estemos alertas. Tal y como dice el Salmo que ha dado sentido a este artículo: "«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»" (Salmo 46:10).
 
¡Estad quieto y conoced que yo soy Dios!

Así es, con toda confianza: está quieto y espera en Él, pues Él es tu refugio y tu fortaleza. Dios está presente en cada problema que tienes, por tanto, aunque creas que se te viene el mundo encima, no temas: Dios está contigo.

"Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios"...

¿Entiendes ya cuál es el significado de "quedarse quieto y saber quién es Dios"?

El llamado es simple, y es para todos. No solo para unos pocos. Debemos estar quietos y en silencio ante nuestro maravilloso, asombroso y glorioso Dios.
A partir de ahora quiero que disfrutes más de tus momentos a solas con Dios. Deja que fluya tu adoración y disfruta de su Presencia.  Debes dejar lo que estás haciendo y reconoced que, si Dios no interviene, nada logramos.

Busca su guía perfecta para que te ayude en tu andar. Él conoce el pasado, el presente y el futuro, por lo que confiar en su providencia es lo mejor que puedes hacer. 
 
Aunque creas que todo va peor, confía, permanece quieto
 
Estamos en tiempos de crisis, guerras, enfermedades incurables, pandemias, pero un día Dios detendrá todo eso y todos sabrán quién es Dios. Será exaltado entre las naciones y todos se postrarán ante su Presencia.  No habrá más llanto ni dolor. Viviremos felices en el paraíso.


 
Este versículo encierra tanta verdad, que deberías pensar seriamente en hacerla tuya. Imagina cómo nos observan los demás y esperan a ver cómo vamos a reaccionar ante los problemas. Las personas a tu derredor deben saber que tú no sucumbes ante la primera amenaza:
Eres testimonio vivo del amor y la confianza que le tienes a Dios.
 
¿De qué otra cosa trata el Salmo 46?
 
El Salmo 46 es un cántico hermoso.  Trata sobre la seguridad que tenemos en Dios. Él es nuestro verdadero amparo y fortaleza. Aunque está escrito en tercera persona, cuando llegamos al verso 10 nos damos cuenta de un gran cambio, ¡Dios habla directamente!  

Con esto no quiero decir que te cruces de brazos y dejes de luchar. No, no me refiero a esto. Me refiero a que debes confiar en Él y dejarte guiar por sus preceptos: "Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vela la guardia" (Salmo 127:1).

En otras palabras, el mandato de "dejar de luchar" se refiere a Dios hablándole a las naciones que luchan contra su pueblo y su propósito. No lo olvides, su protección es real e inquebrantable. Siempre estarás seguro en Él, sin importar dónde vivas. Su nombre será exaltado, glorificado entre las naciones.   

Por lo tanto, a partir de ahora debes comprometerte con el hecho de que Él es tu único Dios, tu único refugio, al único que le puedes hablar a cualquier hora sin importar las circunstancias.

Los que creen en Jesús están llamados a adorar al Dios de amor. Dios ha enviado a su Hijo Jesús para redimirnos de nuestro pecado y darnos la vida eterna. Cuando adoramos al Rey, podemos esperar tener la oportunidad de dar gracias a Dios y tenerlo como nuestro Dios.

Este Salmo expresa la protección y la idea del amor de Dios por su pueblo. Es un mensaje de consuelo y aliento. Si necesitas la ayuda de Dios, la Biblia dice: "Ven a mí y te daré descanso".
En definitiva, el Salmo 46 nos anima a entrar en comunión con Dios y a esperar en Él. "Estad quietos y conoced que yo soy Dios" es una promesa. Dios defenderá su iglesia de sus enemigos. Te defenderá a ti, si se lo permites, por honor a su nombre. 
Si crees en Él, si confías en Él, Dios te protegerá. Solo sé fiel a Él. Él es tu refugio y pronto auxilio, no temas.

 
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