El papa Francisco denuncia el cobro de bodas en las iglesias y firma pacto con palestinos
CON DINERO Y SIN DINERO, HAGO SIEMPRE LO QUE QUIERO Y MI PALABRA ES LA LEY
El Papa Francisco sin duda alguna ha
llegado para cambiar muchas cosas dentro de la religión católica usando su
frescura y sinceridad para generar una transformación necesaria dentro de la
iglesia. En este caso ha denunciado el cobro que se hace para llevar a cabo
algunos actos religiosos en las diferentes parroquias del mundo. Mira aquí
cuales fueron sus palabras.
Con la llegada del Papa Francisco a la cúpula de la religión
católica se han generado una cierta cantidad de cambios dentro del seno de la
iglesia, debido a que el sumo pontífice no escatima en palabras al momento de
denunciar lo que para él represente una injusticia e inconformidad con los
mandatos de dios, muchos de estos cambios eran aclamados por la gran mayoría de
los creyentes.1
La máxima autoridad de la iglesia, gracias
a su frescura y espontaneidad a la hora de emitir opiniones y dar declaraciones
sobre las distintas situaciones que atraviesa la sociedad ha creado gran
empatía con buena parte de los habitantes del mundo, sin importar si son
creyentes católicos o no, algo que sin duda deja una imagen mucho más amena y
representativa de lo que es la religión católica en sí.
En esta ocasión el Papa ha dejado saber al
mundo su postura ante el cobro para la realización de algunos actos religiosos
dentro de las iglesias, tales como bodas, bautizos y comuniones. Estas fueron
las palabras del sumo pontífice al respecto de esta acción que para muchos no
representa a cabalidad los mandatos de dios. Mira lo que dijo y emite tu
opinión sobre este hecho.
Según sus propias palabras:
“Si
al entrar a una iglesia ven la lista de precios o tienen conocimiento de esto
no duden en de decirle al párroco que eso es un pecado”.
“Jesucristo
expulsó a los mercaderes del templo por querer convertir la casa de oración en
una cueva de ladrones”.
“Hay
2 cosas que Dios no va a perdonar, una es un sacerdote avaro y otra es un
sacerdote que no sirve a sus fieles y los maltrata”.
Por último y dejó bien claro que:
“La
salvación ni tiene precio ni se puede pagar con dinero” .