2021-01-15

El alma de un señor, recién llegada al cielo, se halló con San Pedro. Al ver al ánima, decidió darle un recorrido por el cielo. Anduvieron juntos por algunos talleres llenos de ángeles. San Pedro se detuvo frente al primer taller y le dijo:

SP- Esta es la sección de recibo. Acá se reciben todas y cada una de las oraciones de petición hechas a Dios mediante las oraciones.

El ánima miro el taller y estaba llenísimo de ángeles bastante ocupados. Prosiguieron caminando y llegaron a un segundo taller. San Pedro le dijo:

SP- Este es el taller de empaque y entrega. Acá las bendiciones y gracias son empacadas y mandadas a quienes hicieron sus solicitudes, y ya pasaron por el primer taller.

El alma vio que, en este taller, al igual que el otro, había muchos ángeles trabajando, ocupados empacando y mandado bendiciones a la tierra. Por último, llegaron a un tercer y último taller, situado en un rincón lejano. Para sorpresa del alma, solo había un ángel en esa sección, prácticamente sin hacer nada. 

San Pedro dijo: - Esta es la sección de agradecimiento.
A- ¿Por qué razón hay tan poco trabajo acá? - preguntó el ánima, confundida-.

SP- Una vez que las personas reciben las bendiciones y gracias que pidieron, prácticamente ninguna manda su agradecimiento a Dios.
A- ¿Como se le agradece una bendición a Dios?
SP- Simple, solo debes decir: Gracias Señor.

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