Jordan Brown mató a la novia de su padre, ella estaba embarazada
Varios casos han sorprendido a la opinión pública por tratarse de homicidios premeditados llevados a cabo por niños inocentes en apariencia, actos que han llegado a tener como víctimas a sus propios progenitores u otros familiares directos.
Por razones sobre todo emocionales, estos niños se las han ingeniado para dar muerte sin contemplación. He aquí cinco casos, sobre uno de los cuales este martes, 11 de marzo, se dictaría sentencia.
Dicho caso es el de Jordan Brown, que en febrero de 2009, cuando tenía 11
años, asesinó a la novia de su padre, Kenzie Marie Houk, de 26 años y con un
embarazo de ocho meses y medio, en Wampum, Pensilvania. Por celos, el niño
disparó con una escopeta a la cabeza de la mujer, que murió junto con su hijo
nonato.
Jordan estuvo internado tres años en un centro correccional, tras lo cual fue
derivado a un tribunal especial, por lo que precisamente este martes la Suprema
Corte del estado dictaría sentencia.