El Diablo Usa Estos 6 Puntos Vulnerables Para Atacarte

2017-03-16

Jennnifer Bricker es un ejemplo de superación, pues a pesar de todas las dificultades que ha tenido que enfrentar, ha triunfado. 

Jenn nació sin piernas y fue abandonada por sus padres biológicos, pero, gracias a la intervención divina, encontró padres cristianos que la amaron tal y como ella es. Además, le enseñaron cómo Dios infunde fuerzas para convertirnos en verdaderos "guerreros espirituales".

Jenn cuenta que nunca olvidará las enseñanzas de sus padres. "Nunca digas, 'no puedo’", le decían. Jenn le creyó a Dios y luego creyó en sí misma, alentada por sus deseos de superación. 
“Ellos me criaron como a una guerrera. Así que cuando llegué a ellos, y les dije: ‘Quiero jugar softball, baloncesto, caída libre y patinaje’, en lugar de negarse o cuestionar las razones por las que no podría, me decían: '¡Muy bien! Lograrás todo eso, ahora vamos a poner los patines en tus manos". 

[LEE TAMBÍEN:La abandonaron porque nació sin piernas, pero no tenían idea de lo especial que llegaría a ser]

Sus padres, además de darle ánimos, le enseñaron la Palabra de Dios. Ella aprendió a confiar en Dios mediante la lectura de la Biblia, lo que cambió su vida; “He leído la Palabra cada mañana. Oro, y cuando empecé a hacerlo diariamente como parte de mi vida, mi vida cambió. Todo se deriva de ella", recuerda esta guerrera.

Sus padres biológicos eran inmigrantes muy pobres procedentes de Rumanía. Al momento de su nacimiento ya tenían un hijo, por lo que Jenn piensa que tenían miedo de no poder hacerse cargo de ella. Además, había nacido sin piernas, por lo que pensaron que no serían capaces de pagar los gastos médicos.

Jenn ha superado todo su dolor y hasta se puso en contacto con su madre biológica. También encontró una hermana biológica a través de un programa de televisión. Su hermana también es gimnasta y medallista olímpica famosa, llamada Dominique Moceanu.

Jenn dice que una de las cosas más importantes que debió de tener a la hora de ir en busca de sus sueños es que fue capaz de amarse a sí misma más que las opiniones negativas y prejuiciosas que tenían los demás sobre su discapacidad: “No importa si todo el mundo me decía que era hermosa, ¿sabes? Ese no era el punto. El punto era lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento “, explica.

Sabiendo que Dios la ama tanto como a un niño y que su vida y su capacidad son mayores que cualquier limitación física, Jenn viaja por el mundo dando testimonio de su trayectoria de éxito y dedicación, a través de charlas de motivación y su autobiografía. Para Jean, Dios lo convirtió en una guerrera.

“Dios me protegió de tantas cosas que me dieron la fuerza que necesito hoy. Y eso no es algo en lo que piensas cuando dices ‘guerrera’. Pero esto es, absolutamente, una característica de ser una guerrera. Sólo una guerrera espiritual permite que Dios brille a través de ti con alegría y amor “, concluye.

 

OTROS ESTÁN LEYENDO:

- La abandonaron porque nació sin piernas, pero nunca imaginaron lo especial que llegaría a ser

 
Close Ad