
Jesús se
le apareció al Apóstol Pablo en un momento de suma dificultad: cuando todo se
veía negro, e incluso, sus enemigos querían matarlo. Es verdad, ¿sabes? hay
momentos en la vida en que necesitamos
una intervención directa del Señor en nuestras vidas: un milagro
poderoso. Tienes todo el derecho como hijo de pedirle a tu Padre que intervenga
cuando lo necesites, que te hable, que te guíe, que te ayude.
Y para darle paz a su corazón, el mismo Jesús se le
apareció al Apóstol Pablo y le dijo: “… No temas, confía, Yo tengo un
propósito para tu vida…”. Jesús mismo intervino en un momento de
desesperación para darle fortaleza, y es lo mismo que sucede contigo el día de
hoy; mientras lees estas palabras, Él ha venido hoy a rescatarte, Él te
dice: “NO TEMAS”…deja los pensamientos de derrota que quieren hundirte… cree en
mí, descansa… Llegará para ti el momento de la victoria… si tan solo puedes
creer…