2022-12-05

Si eres una de esas personas que ha decidido vivir la vida de manera positiva manteniendo una postura alegre ante cualquier situación presente, déjame decirte que has entendido y decidido confiar en las palabras del Señor, he ahí el motivo de tu alegría.

El libro de Filipenses 4:12 dice: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”.

Alegría Vs Felicidad

La alegría es un don de Dios y crece a causa de la humildad y la devoción que tengamos hacia él. Por lo cual, nuestra perspectiva de vida apuntará a seguir los pasos de Jesús. Estar contentos es el inicio de la felicidad, pues adoptar esa aptitud es una característica que no todos podemos desarrollar. Podemos estar alegres aun cuando las cosas no van muy bien, pero nunca felices, es por eso que alegría y felicidad no son la misma cosa.

Mantener el criterio de la felicidad se hace fácil cuando las circunstancias son buenas, pero ¿Qué pasa cuándo todo pinta mal? ¿Eres de los que dejas que la situación cambie tu forma de ver la vida teniendo en cuenta que siempre habrá situaciones que puedan causarte algún sufrimiento?

La felicidad está muy limitada

Son tantas cosas las cosas que limitan nuestra felicidad, problemas familiares, económicos, sociales y mundiales son, en términos generales, la causa de que existan enfermedades como el estrés, la ansiedad y la depresión que en la mayoría de los casos dejan como consecuencia suicidios y asesinatos en el mundo entero.

Cada día la desesperanza hace que haya más personas tristes y sin ganas de vivir, mas existe uno que quiere ser el motivo de tu alegría y es Cristo Jesús.

Dios es el único que puede dar alegría en medio de la adversidad, tan solo debes permitir que sea él quién tome el control de tu vida, hacerte hijo suyo te garantizará vivir eternamente por eso ganar el cielo debería ser nuestra meta.

Cultiva tu vida espiritual

Una vez que dejas que Jesús more en ti nada de lo que suceda podrá arrebatarte la alegría. Es por eso que, más que centrar tu vida en cosas terrenales enfócate en cultivar tu vida espiritual en el Señor para que tu objetivo visible y temporal pese a ser invisible sea eterno.

“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4:18).

Así que, si en estos momentos estás pasando por cosas duras y todo a tu alrededor parece estar oscuro, recuerda que Dios es la luz y fuente de tu alegría ¡Búscale! “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13).

En conclusión

La palabra del Señor dice que cuando debas enfrentar algún problema lo hagas con alegría, pues esto solo será cuestión de tiempo (Santiago 1:2). Todo lo que hay debajo de los cielos es controlado por Dios nada pasa sin voluntad de él, todas las cosas ayudan a crecer sean buenas o malas, aunque causen dolor no debes permitir que esto te aleje del verdadero motivo de tu alegría que es Jesucristo.

Todo obra para bien.

 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
¡Dios te bendice!  
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