
Este niño, quien ahora está en primer grado, debe dividir su tiempo entre la escuela y el cuidado de su padre. Yanglin también debe sacar tiempo para recoger chatarra y así generar un pequeño ingreso extra.
Ambos sobreviven con lo que reciben de la discapacidad del padre, unos 65 dólares mensuales, lo cual a duras penas alcanza para cubrir los gastos médicos.
Todo niño desea crecer para realizar cosas formidables que imaginan. Sin embargo, Yanglin tiene prisa, y desesperadamente espera 'crecer rápido' para ganar dinero y así poder curar a su padre.
Por otro lado, el padre está consciente de la gran carga que lleva este pequeño. Está tan mortificado que ha estado al borde del suicidio, pero no lo ha hecho porque no quiere dejarlo solito.
Fuente: Dailymail