Las cosas se complicaron...
Hasta ese momento todo era normal, pero en medio de la cirugía la presión arterial de la chica comenzó a bajar muy rápido y la joven sufrió un paro cardíaco. De inmediato, llamaron a emergencia, quienes la estabilizaron y la trasladaron a un hospital.
Al llegar al hospital le conectaron de inmediato un respirador artificial, ya que estaba completamente inconsciente y tenía dificultades para respirar.
Los días pasaron y Sídney continuaba debatiéndose entre la vida y la muerte, ya que sufría varios ataques y parte de su cerebro comenzó a inflamarse. Le realizaron un drenaje cerebral para bajar la inflamación, pero no funcionó y ocurrió lo peor, la joven falleció.