Jesús fue torturado y esa cruel tortura no duró poco. Las últimas horas de Jesús en la cruz duraron aproximadamente entre el 9:00 am y las 3:00 p. M., Un lapso de aproximadamente seis horas.
"De igual manera, también los principales sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, burlándose de El, decían: 42 A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse[a]. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El. 43 En Dios confia; que le libre ahora si El le quiere; porque ha dicho: “Yo soy el Hijo de Dios”. (Mateo 27: 41-43).
Como se enumera en los Evangelios de Mateo, Marcos, Me gusta y Juan, Jesucristo fue burlado, despreciado y torturado en el pretorio.También llevó su cruz por la Vía Dolorosa en Jerusalén hasta el Calvario, fue clavado en la Cruz, y crucificado entre dos ofensores, criminales. Jesús soportó un final indescriptible, recordado por el Iglesia en Viernes Santo. Sobre esto encontrarás siete expresiones de Jesús en la cruz que figuran en las Escrituras.
En Mateo 27:46, se nos informa que desde la hora novena, Jesús clamó a gran voz y dijo: " Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani? ", palabras que quieren decir:"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" En ese momento, Jesús estaba expresando sus propios sentimientos de abandono cuando Dios puso sobre el los pecados del mundo, y debido a eso, Dios necesitaba "alejarse" de Jesús. Ya que Jesús estaba sintiendo la carga del pecado, Él había estado sufriendo una separación de Dios por única vez en toda la eternidad. Este fue un cumplimiento del anuncio profético en el Salmo 22: 1 que dice: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?"
La totalidad de la historia de Dios llega a un punto focal cuando Jesús clama: "Eloi, Eloi, lama sabachthani". En el momento de la creación, la narración de Dios es una narrativa de autolimitación y humildad. Retiró suficiente de Sí mismo para permitir que el resto de la creación floreciera y prosperará. Permitió a Israel la libertad para tener éxito y fracasar. Finalmente se convirtió en una persona de carne y hueso, Jesús de Nazaret. Dios purgó todas las experiencias de la humanidad finita, buenas y malas: la risa y la desesperación, la tristeza y la alegría. En sus últimos minutos, dijo estas palabras, ya que había una verdadera desilusión, un verdadero dolor por nuestro bien. Además, lo dijo para expresar desolación, no solicitando una respuesta. Finalmente, Él había estado cumpliendo increíblemente las Escrituras desde el terror de todo aquello y viendo, siendo testigo de la perfección de este plan de salvación.
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Otra declaración que Jesús hizo en la cruz fue: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). Las personas que no estaban conscientes de la magnitud de lo que estaban haciendo no lo reconocieron como El Mesías. Aunque su ignorancia de los hechos divinos no indicaba que merecieran el perdón, la oración de Cristo en medio de su burla es un reflejo de la ilimitado gracia celestial.
En Lucas 23:43, todos sabemos que Jesús declaró: "De cierto te digo que ahora estarás conmigo en el paraíso" (Lucas 23:43). En este pasaje, Jesús tranquiliza a uno de los criminales en la cruz que, si él muriera, estaría con Jesús en el paraíso. Esto fue permitido porque en la hora de su partida, el criminal había expresado su fe en Jesús, dándose cuenta de lo que era. En la Biblia escrito está que el hombre dice: "Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino" (Lucas 23:42).
Cuando Jesús vio a su madre parada cerca de la cruz junto con el apóstol Juan, a quien amaba, puso el cuidado de su madre a las manos de Juan. La Escritura dice: "Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien Él amaba que estaba allí cerca, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! Luego le dijo al discípulo: "¡He aquí a tu madre!" (Juan 19:26-27) Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa . En este versículo, Jesús, siempre el Hijo compasivo, se está asegurando el cuidado de su madre primitiva después de su muerte.
Otra declaración que Jesús hizo en la cruz fue "Tengo sed" (Juan 19:28). Aquí Jesús estaba cumpliendo la profecía mesiánica del Salmo 69:21: "Pusieron hiel en mi comida y me dieron vinagre para mi sed". Al decir que tenía sed, motivó a los guardias romanos para que le dieran vinagre, que era habitual en una crucifixión, cumpliendo así la profecía.
Entre las declaraciones finales de Jesús estaba '¡Consumado es!' (Juan 19:30). Las últimas palabras de Jesús significaron que Su sufrimiento había terminado y toda la obra que Su Padre le había encomendado hacer, que era predicar el Evangelio, realizar milagros y obtener la salvación eterna para Su pueblo. Se completó su plan divino. La deuda del pecado ha sido pagada.
Jesús fue obediente a Su Padre hacia la conclusión, junto con Su última oración antes de Su muerte en la cruz fue una oración a Su Padre, una verdadera manifestación de la personalidad de Jesús y su conexión con Dios antes del final. Un método para meditar en la Pasión de Cristo sería meditar y reflexionar sobre esas palabras.
