Doctora que estuvo muerta nos cuenta su experiencia sobrenatural

2016-05-12

Juan Sebastián lo había perdido todo: casa, autos, trabajo, cuenta de banco y estatus social. Las razones: Una mala inversión. Asociarse con las personas equivocadas cuyas intenciones fueron sencillamente "sacarle el dinero" que Juan Sebastián había recibido en negocios anteriores: una pequeña herencia y unos “golpes de suerte”, que según él había tenido.

SU edad, 48 años. Físicamente se encontraba cansado, mentalmente desesperado, espiritualmente perdido y confundido. Cuando pasan estas cosas la primer pregunta que se hace un hombre que dice creer en Dios es, ¿Y dónde estaba Dios?  ¿Será un castigo de Dios? Y miles de preguntas más que pasaban por su cabeza.

Pero hay algo demasiado valioso que Juan Sebastián no había perdido: una bella mujer que lo amaba. Aunque ella no se considera físicamente bella, Alicia María reconoce tener buen carácter.

-          No sé qué habría hecho si no la hubiese tenido a ella – Dijo Juan Sebastián.

-          Te levantas y te encuentras a una mujer que te amé – Contestó ella.

-          Una mujer como tú, jamás la encontraría -  Ambos sonríen y se dan un dulce beso.

Si usted es esposa de un hombre desesperado, que ha fracasado, que se encuentra caído, dolido, lastimado, deprimido y cansado, estas palabras son para usted. Estoy seguro que vienen de Dios, directo al corazón de una mujer que lo ha estado buscando, y que también está desesperada por una respuesta.

¿Cómo le puede levantar el ánimo a su marido? ¿Cómo puede sacarlo de la depresión? ¿Cómo lo puede ayudar a salir del hoyo?

Primer consejo: Busque a Dios.

Eso ya lo sé, nos contestan algunas damas. Y claro que ya lo sabe. Eso lo que usted  ha estado haciendo, pidiendo una respuesta de Dios, ¿Verdad?  Usted y su marido necesitan ayuda. Yo conozco a un gentil caballero quien a su vez viene ante usted a presentarse y le extiende su tarjeta de presentación. Su nombre: Cristo Jesús.  Profesión: (si usted espera que diga carpintero, pues no, Jesús ya tiene un mejor lugar). Él es intercesor, ayudador, abogado, salvador, sanador. Y caballerosamente, gentilmente, viene ante usted pidiéndole  que pase un tiempo con El. Que le conozca más, y que le dé a Él, la oportunidad de mostrarle el plan que el aún tiene para su marido, para usted, y para sus hijos si los tienen. Y si no los tienen, Jesús tiene un plan también. Usted tiene que creerle a Él. Tiene que estar segura de que El, Jesús la ama a usted y a su marido, y que Él no quiere su separación, ni que en su matrimonio reine la discordia, la agresión, los insultos, y el abandono.

Unos amigos míos, Lorena y su marido, pasaron por un problema similar al de Juan Sebastián, y al que usted, lectora, está pasando. Su marido también lo perdió todo por culpa del mismo. Lorena se enojó tanto porque se había perdido el “patrimonio” familiar, que echó a su marido de la casa. Es una mujer de carácter fuerte. Sus hijos son ya adultos jóvenes, pero están en el colegio y necesitaban ese dinero.

Arnulfo, lo había perdido todo por no haber adquirido el seguro  y las medidas de seguridad necesarias en su nueva empresa. Un accidente inesperado lo arruino todo, y aunque gracias a Dios no hubo pérdidas materiales, fueron demandados por varias personas a la vez, y perdieron la demanda. Estuvo horrible porque  Lorena ...


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