Barack Obama asumió su
segundo mandato como presidente de EE.UU. oficialmente el domingo, en una
ceremonia privada en la Casa Blanca.
“Yo, Barack Hussein Obama, juro solemnemente cumplir fielmente los deberes del Presidente de los Estados Unidos, y haré todo lo que esté a mi alcance para preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos”, manifestó el mandatario ante un juez de la Corte Suprema de Justicia.
Acorde a la tradición,
el Presidente Obama realizó el juramento con la mano izquierda sobre una
Biblia, propiedad de su esposa, Michelle. También estuvieron presentes sus dos
hijas. En la toma de poder pública que se realizó ayer, el primer compromiso de
la familia Obama fue asistir a un servicio religioso en la Iglesia Episcopal de
San Juan cerca de la Casa Blanca. La comitiva presidencial llegó poco después
de las 8:30 a.m., con el vicepresidente Joe Biden y su familia presentes.
Después, cientos de miles de personas acudieron al National Mall para ver a Obama en la toma de posesión donde el mandatario repitió el mismo juramento del día 20 y terminar con la frase: “Y que Dios me ayude”, palabras que siempre han repetido los presidentes de Estados Unidos.
El juramento del día
21 lo hizo Obama con dos Biblias, una perteneció al presidente Abraham Lincoln
y la otra al pastor y activista Martin Luther King Jr.
El discurso de Obama
duró unos 18 minutos y recibió críticas por su declaración: “Nuestro viaje no
está completo hasta que nuestros hermanos gays sean tratados como cualquier
persona ante la ley. Porque si somos realmente iguales, nuestro amor también
debe ser igual”.
Según el diario
cristiano español Protestante Digital, había un mito respecto a la tradición de
añadir el nombre de Dios en el juramento presidencial y se dice que había
comenzado con George Washington, pero es falso, según los expertos de la
Biblioteca del Congreso, en la Oficina Histórica del Senado de EE.UU.
La primera mención de
la frase: “Y que Dios me ayude”, llegó con Chester Arthur, en septiembre de
1881. Desde entonces todos los presidentes, incluyendo a Obama, han seguido su
ejemplo.
El propio Obama
notificó al presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que él quería que
esta frase se incluyese en su toma de posesión.
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