2022-02-11
Volencia intrafamiliar: Una triste despedida
“Para esto, no tenemos respuesta; tenemos muchas preguntas. Sin embargo, no podemos responderlas…No podemos decir que esto lo permitió Dios. Él, no hace estas cosas…”, dijo el pastor Shannon Lovelady, en el funeral. 

 

A diario podemos escuchar en las noticias sobre asesinatos, robos; cómo las pandillas se matan entre sí y cómo se enfrentan a tiros con la Policía. Vemos y conocemos de violencia en nuestras calles, en manifestaciones políticas, en juegos, etc. Sin embargo, poco se habla de la violencia intrafamiliar. Es decir, es algo que, por lo general, se mantiene oculto. Sólo nos enteramos cuando pasan casos como el siguiente… 

El porqué la pareja se había distanciado, no estaba muy claro. El matrimonio, aparentemente, no parecía tener problemas. Ella nunca reportó nada, pero toda la familia sabía que "algo estaba  pasando". 

La pareja habló por última vez el día martes, no se precisó la hora. Según informó la madre.  "Al parecer fue una conversación bastante acalorada", señaló el alguacil Langley. 

Sin razones aparentes, Luis, el padre, no se presentó a trabajar en una de las tiendas de Home Depot en Carrollton. No fue a su trabajo ni el miércoles, ni el jueves. Esto preocupó a su empleador y ante la falta de comunicación por parte de Luis o de algún familiar, decidió llamar a la Policía. 

Los oficiales llegaron a la residencia de la familia. El garaje y todas las puertas estaban cerradas. La Policía llamó a la puerta, pero no obtuvo respuesta. Así que los oficiales decidieron llamar a las escuelas de los niños. 

Kayla García, estudiante del 5to grado en la Escuela Elemental Temple. Daniel García, séptimo grado de la Escuela Intermedia Temple. Ambos planteles escolares confirmaron que los pequeños no habían asistido a clases los últimos dos días. 

Se teme lo peor 

Inmediatamente los agentes consiguieron una orden de cateo y pudieron entrar a la residencia. La  luz en la cocina estaba encendida. Nada extraño, pudo tratarse de un olvido. Pero cuando vieron el televisor encendido, un extraño escalofrío les recorrió el cuerpo: "Esto parece la escena de un crimen", pensaron… 

Luis García no tenía antecedentes penales o antecedentes de violencia. Tampoco usaba drogas o alcohol.  Los niños nunca fueron maltratados… Pero la esposa, Elizabeth García, se había marchado del hogar. ¿Qué está pasando? 

La corazonada resultó cierta: Encontraron a Kayla de 11 años en su habitación muerta, tras un disparo fatal. Daniel, su hermano de 13, estaba tendido en el sofá, muerto. El hombre que les dio la vida y que debía velar por su seguridad fue encontrado en la habitación principal… sin vida. Luego de haberle disparado a sus dos pequeños hijos el padre de familia decidió acabar también con su vida. ¿Por qué? Eran excelentes estudiantes, magníficos niños. 

"Nunca pensamos que le haría daño a sus hijos", dijo una tía desconsolada en el funeral. 

La familia recaudó fondos para trasladar sus cuerpos a la ciudad donde nacieron, Nueva York. Allí estaba su madre, supuestamente visitando unos parientes.

En el sepelio la familia lloraba desconsolada. “Para esto, no tenemos respuesta; tenemos muchas preguntas. Sin embargo, no podemos responderlas…no podemos decir que esto lo permitió Dios. Él, no hace estas cosas…”, dijo el pastor Shannon Lovelady, en la triste despedida.


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