7 maneras de encontrar la paz en medio de la incertidumbre

2018-01-26

Tal vez te parezca que tus padres resultan ser un poco más molestos de lo usual, o has mirado a tu alrededor y has notado que no son como otros padres. Quizás, finalmente, te estás dando cuenta de que puede que no sea normal: esconderte en tu habitación o el gritarles a tus padres cuando te llaman.

La definición técnica de un narcisista o padre tóxico es aquel que vive a través de, es posesivo de, y/o se involucra en marginar la competencia.

Básicamente, la vida se trata sólo acerca de todo lo que ellos hagan (o quieren que tu hagas), es sólo para satisfacer sus propias necesidades. En innumerables ocasiones es difícil reconocer a un padre tóxico, debido a que muchos se disfrazan con personas cariñosas que se sumergen en la vida de sus hijos.

Su involucramiento es una fachada, y lo que aparenta ser devoción no es un acto de egoísmo, sino más bien un esfuerzo por controlar y manipular a sus hijos a través de una cercana relación con ellos. Pero ¿cómo te das cuenta de lo que realmente está pasando?

Tu actitud siempre será tu mejor vestido

El problema con tratar de descifrar si has sido afectado por un padre tóxico es que conlleva la habilidad de verse autoreflejado. Quizás hayas crecido pensando que este es un comportamiento normal en tu casa y no fue hasta que creciste y maduraste que tuviste la habilidad de reconocerlo.

 

 

Desafortunadamente, el camino hacia la sanidad es a menudo largo y solitario, debido a que ningún padre toxico desea admitir que tiene ese problema. El hijo de tales padres debe reunir las fuerzas y el coraje necesarios para hacerles frente y procurar un cambio.

La buena noticia es que, si has sido criado por un padre tóxico, ¡puedes llegar a ser feliz! Estudios demuestran que a través de terapia puedes superar tu abusiva niñez y convertirte incluso en un mejor padre. El primer paso es reconocerlo.

Mejor que sumen y no que resten

Estos son algunos signos de que tienes o eres un padre tóxico.

1. Sus sentimientos siempre son más importantes que los de sus hijos.

2. Ellos no reconocen sus límites.
3. Utilizan la culpa para controlar.
4. Demandan de la atención de sus hijos todo el tiempo.
5. No se sientan a hablar contigo, conocer tus intereses.
6. Son muy críticos con sus hijos.
7. Compiten con sus hijos.
8. Hacen a sus hijos responsables por su felicidad y bienestar.
9. Todavía tienes miedo de ellos.
Si reconoces que alguna de estas características forma parte del comportamiento de tus padres, o incluso del tuyo, entonces es muy posible que seas o tengas padres tóxicos.

 

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