Pastor Valdemiro dice que su camisa manchada de sangre esta sanando personas

2017-01-11

El líder de la Iglesia Mundial do Poder de Deus, el pastor Valdemiro Santiago, afirma que él es un "ungido de Dios", luego de sobrevivir a un intento de asesinato durante el servicio de la mañana del domingo 8 de enero. El pastor quedó con toda la camisa ensangrentada y ahora esta se ha convertido en un objeto milagroso.

El imputado del ataque contra el pastor es el ayudante general Higinio Jonathan Gomes, de 20 años de edad, quien fue detenido en flagrante delito. El agresor sostuvo que solo quería darle una paliza porque fue insultado por el pastor Santiago en una secta en julio. "Lo vamos a crucificar", dijo textualmente el líder de la iglesia.

El pastor fue rescatado por los guardias de seguridad de la congregación y llevado de emergencia al hospital. Requirió de 25 puntos de sutura y fue dado de alta 12 horas después.

La camisa "poderosa"

De acuerdo con declaraciones del pastor, la camisa que llevaba puesta en el momento del ataque estaba llena de sangre y por alguna extraña razón los fieles comenzaron a recibir milagros. "A través de mi camisa, muchos milagros se han realizado en la iglesia", dijo el pastor con gran entusiasmo.

El pastor Santiago también hizo hincapié en que bendijo a su agresor y añadió que "oro por él, a pesar de que yo no le agrado, voy a seguir orando para liberar a este joven", dijo el líder.

Para Santiago, el chico actuó contra él por algunas órdenes religiosas descontentas con su trabajo. "Nadie me quita mi fe u obstaculiza mis metas", dijo. Además, Santiago pidió a todos que oren por el joven, porque "tiene que sentirse muy frustrado en este momento". 

 
Valdemiro fundó la Iglesia Mundial del Poder de Dios después de romper con el obispo Edir Macedo, de la Iglesia Universal del Reino de Dios (Pare de Sufrir). Hoy en día no se hablan, y ya han tenido varias fricciones e incluso peleas por el horario de sus programas de televisión.

 

 

Gomes logró golpear al pastor, después de estar un rato en la fila para la "imposición de manos". Estaba esperando el momento oportuno para darle una estocada con su cuchillo. El pastor recuerda que se inclinó para darle un abrazo. ¡Qué osadía! El atacante recibió cariño antes de atacarlo ferozmente...
 

 

 

 

 

 
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