CONTINUACIÓN
[...] "Pero Olivia se levantó y preguntó, '¿Qué está pasando?'. Ella simplemente se levantó y comenzó a caminar hacia a mí.
Debido al impacto, la niña debió tener lesiones graves. Como prueba de la gravedad del accidente, a la niña le quedó grabada en el pecho la marca de los neumáticos cuando el coche le pasó por encima. Pero solo se hizo un rasguño. ¡No sintió dolor ni siquiera cuando la atropelló un auto!
Los médicos piensan que lo que la salvó de una lesión fue que ella no estaba tensa.
La Sra. Trepak, madre soltera a tiempo completo, confesó que sabía que su hija era diferente a sus otros hijos, sobre todo cuando dejó dormir las siestas a los nueve meses de edad.
No dormía y daría excusas para no irse a la cama. La primera vez que bostezó, según recuerda su madre, fue cuando empezó la escuela.
Trepak dijo: "Siempre pensé que esta bebé estaba hecha de acero, pues nunca lloraba".
"Nunca pensé que no sentía dolor, que era sólo una broma", dice la preocupada madre.
"Recuerdo que cuando estaba en la guardería, una vez me llamaron y me dijeron que se había caído y sus dientes inferiores había pasado por su labio inferior. Ella necesitaba cirugía plástica y cuando el cirujano la estaba examinando, él estaba tirando de su labio y ella ni siquiera pestañaba. Sorprendido me dijo: 'algo no está bien en ella'".
