Cuando un botánico sudafricano, Lyall Watson, afirmó en 1973 que las plantas tenían emociones que se podían registrar en una prueba de detección de mentiras, fue rechazado por muchos en la comunidad científica.
Sin embargo, una nueva investigación, publicada en la revista “Trends in Plant Science”, ha revelado que las plantas no solo responden al sonido, sino que también se comunican entre sí al hacer sonidos de "clic".
Mediante el uso de potentes altavoces, los investigadores de la Universidad de Australia Occidental pudieron escuchar los chasquidos provenientes de las raíces de los retoños de maíz.
Los investigadores de la Universidad de Bristol también encontraron que, cuando suspendían las raíces jóvenes en el agua y reproducían un ruido continuo a 220 Hz, una frecuencia similar a los clics de la planta, encontraron que estas crecieron hacia la fuente del sonido.
"Todo el mundo sabe que las plantas reaccionan a la luz, y que también usan químicos volátiles para comunicarse entre sí. Por ejemplo: cuando se acerca el peligro", dijo el Dr. Gagliano en un comunicado de prensa de la universidad.
Pero un día trabajando en su jardín se preguntó si “las plantas también eran sensibles a los sonidos” por lo que decidió investigarlo.
Los científicos sospechan que el sonido y la vibración pueden desempeñar un papel esencial en la supervivencia de las plantas al proporcionarles información sobre el entorno que las rodea. Estos dijeron que las ondas sonoras son fácilmente transmisibles a través del suelo y podrían usarse para detectar amenazas como la sequía de sus vecinos más lejanos.
Pero más increíble es el caso de una mujer que, usando su teléfono y un micrófono, logró grabar el sonido que emitían los girasoles sembrados en su jardín, y quedó fascinada con los resultados. Los sonidos que logró captar eran muy melódicos; era parecido al sonido que obtienes al frotar un dedo sobre el borde de un vaso con agua, o al sonido de un arco contra un violín. ¡Algo realmente impresionante!
Gagliano dijo que los últimos hallazgos muestran que el papel del sonido en las plantas aún no se ha explorado a fondo, "dejando serias lagunas en nuestra comprensión actual de la complejidad sensorial y comunicativa de estos organismos".
Que maravilloso saber que nuestro Padre Celestial ha provisto de voz aún a las plantas para que le alaben.
“Alabadle el cielo y la tierra, los mares y todo lo que se mueve en ellos”, Salmo 69:34.
"¡Que todo lo que respira alabe al Señor!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!"
Salmos 150:6 (NVI)
