Yo odiaba a Dios...
Luego, Armida nos cuenta: ― de chiquita yo lo odiaba a Dios: iba a misa, a la doctrina, porque me daban de comer. No obstante, de adolescente nunca regrese a una iglesia. Pero, cuando nació Abigail y presentó graves problemas de salud, los cuales se complicaron por esta enfermedad respiratoria, yo fui a la capillita que usan todas las iglesias o gentes que quieren orar o rezar aquí adentro del hospital. Me arrodille y le pedí a DIOS que me la curara. No sabía que más decir, ni como pedir…