Cuando decimos que “vamos a creerle a Dios”, significa
que estamos decidiendo caminar firmes hacia los días que vienen en este mes,
con nuestra frente en alto, con nuestra fe firme en la palabra divina, con
nuestra confianza en el perdón y la gracia de Dios y con la convicción de que viene
para nosotros un futuro mejor.
¿Por qué? Porque la palabra de Dios lo dice. Te lo voy a recordar:
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11
También la palabra de Dios dice que El es mejor que cualquier padre en este mundo. Si le pedimos pan, no nos dará piedras. Si le pedimos ayuda, no nos dejará con las manos extendidas, la ayuda llegará.
Hay que pedirle sabiduría para poder discernir las bendiciones y oportunidades que El traerá a nosotros.
Mientras escribo esto, tal vez estoy en el mismo lugar que tú.
Comparto tus sentimientos y emociones.
Muchas cosas negativas se han juntado a nuestro alrededor, nuestro “futuro” y el de nuestra familia parece estar en peligro.
Nuestra salud es acechada por pandemias y enfermedades.
Nuestras finanzas están “apretadas”, pero te digo algo: Tener fe en Dios no es andar confiando en un producto de nuestra imaginación. No, amiga, amigo, Dios es real.
Y así como estas leyendo estas palabras, estoy seguro de que Él se manifestará a tu vida.
Le ruego a Dios que te de sensibilidad espiritual y que caigan de tus ojos todas las vendas que puedan estar cegando tu visión e impidiendo que puedas “ver”, sentir, palpar, a ese Dios real y maravilloso que te ama y que, a pesar de lo que tus ojos ven, tiene un futuro de bien para ti.
Estoy orando por ti siempre.
Escrito por Hermes Alberto Carvajal
