Alejandro me llama constantemente por teléfono
Uno de esos días, Alejandro me llamó al teléfono de la casa tan solo para preguntarme cómo estaba. El sabía bien que mi esposo estaba de viaje. Se ofreció a ayudarme en algo -lo que fuera- si es que lo necesitaba. Le dije que no, gracias... pero sinceramente, ya tenía tres semanas como adolescente tonta, pensando en él todo el tiempo. Sentí que mi mundo daba vueltas. Creo que de una manera u otra el notó ese cambio en mi voz, cuando escuche su nombre: - Bueno, dijo él, solo le llamaba para estar al pendiente si algo se ofrece...- gracias, contesté.
Me quedé en silencio: – Elena, me dijo.
Pensé que me ibas a decir como “Doña Florinda” (la del
Chavo del Ocho). ¿Y cómo es eso?- pregunté.
― ¿No gusta venir a tomar una tacita de café? Cuando él
dijo eso solté la carcajada, nunca me había reído tanto... bueno, tenía varios
meses que no me reía de una manera tan infantil y con una broma tan tonta...
estaba nerviosa nuevamente... Me quedé en silencio después de la carcajada le
dije: ― Sí, te acepto el café, pero no aquí –no es correcto – vamos al
“Sanborns” (un café local)...
CREO QUE OTRA VEZ METÍ LA PATA... HAZ CLIC PARA SEGUIR LEYENDO