2020-06-06

¿Agotado de pelear una batalla que sientes que no puedes ganar? ¿Cansado de llorar, de preocuparte por todo o de estar molesto, con miedo y siempre preocupado por cosas que sientes que están fuera de tu control? Permíteme hacerte una pregunta más. ¿Alguna vez has escuchado que tus armas de guerra no son carnales, sino más bien poderosas a través del poder de Dios para derruir fortalezas? Bueno, es cierto. Segunda Corintios 10:4, nos afirma eso. Conforme presionas para vivir bien y haces lo que Dios te ha llamado a hacer, ¿adivina qué? Experimentarás una guerra espiritual y encararás cosas en tu vida de las que no tienes control ... Entonces es cuando debes aprender a dejar que Dios pelee por ti.

El Señor mismo le aseguró a Josué esta verdad: "Ningún hombre va a poder pararse ante ti todos y cada uno de los días de tu vida". Muchos tratarían de oponerse al pueblo de Dios bajo el liderazgo de Josué. No obstante, Dios le prometió exactamente la misma lealtad a Josué de la que Moisés había gozado. "Como estuve con Moisés, voy a estar contigo". Entonces, el Señor añadió las últimas palabras de consuelo. "No te voy a dejar ni te abandonaré". Al enfrentar la certidumbre de las batallas, no hay nada mejor que tener a Dios comprometido a estar siempre y en toda circunstancia presente para combatir contra tus enemigos.

OTROS ESTÁN LEYENDO:

Oración, declaración para romper ataduras
Oración por discernimiento y sabiduría
Dios, te dice hoy: "Levántate"

 
Close Ad