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El otro día estaba charlando con una amiga, a quien tenía mucho tiempo sin ver. Cuando le pregunté cómo estaban los niños y el matrimonio, me dijo que se había separado de Samuel desde hacía ya un año. Me dijo que lo dejó por violencia doméstica, pero no porque él le golpeara, lo dejó porque sus palabras hacia ella eran tan duras e hirientes, que le hacía profundas heridas en el alma.
El trabajo de una madre en el hogar es exhaustivo. Las esposas que no trabajan fuera de casa deben hacerlo los 7 días de la semana. Jamás tienen vacaciones y muchos esposos ignorantes añaden más peso a la tarea al no valorar su ardua labor en el hogar.
Por favor, evita estas 7 dolorosas frases que NUNCA debes decirle a tu esposa que no trabaja fuera de casa
El dinero es una de las razones más comunes de divorcio. De hecho, a pasado a ser la razón número 1. Cuando el marido es la única fuente de sustento, se pueden producir tensiones superfluas en la relación y lo que dices, y cómo lo dices, puede producir heridas profundas.
En ocasiones las peleas, las tensiones económicas, el agobio y la carencia de dinero hace que haya discusiones que puedes evitar teniendo en cuanta estas 7 frases que jamás debes emplear.
1. "Solo estás conmigo por el dinero".
Pienso que la gran mayoría de las mujeres de hoy en día no tienen inconveniente alguno en salir a trabajar fuera del hogar. Es más, a muchas mujeres les agradaría salir a luchar por sus sueños, sentirse realizadas como profesionales preparadas, capaces de cambiar y aportar ideas revolucionarias. No obstante, deciden quedarse en el hogar por los hijos, el marido... Sencillamente, se anulan como mujer y el hombre, aunque pasen los años, no aprecia el gran sacrificio que ellas hacen.
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2. "Pídeme permiso antes de comprar".
Tu esposa no es tu empleada, y este mandato la pone en esa situación. Una cosa es que le solicites que, si quiere adquirir algo debe consultar para que juntos decidan lo mejor para ambos y otra es que le afirmes que no lo puede hacer salvo que le des permiso.
Entiendo que la economía mundial no está buena, por tanto, la pareja debe manejar sabiamente el presupuesto, sin llegar a los extremos. Conozco una pareja en la que ella gasta todo el dinero sin restricción alguna, y cuando él va a comprar algún material para su trabajo, la cuenta está vacía. No se trata de eso. Se trata de que exista comunicación y ambos se pongan de acuerdo con algo tan elemental como los gastos.
3. "Yo soy el que trae el dinero, no tengo por qué darte explicaciones".
Tú traes el dinero, pero ella cuida del hogar y de los hijos. Además, ella tiene cuidado de ti, por ella sales limpio y planchado a la calle. Aunque están desempeñando roles diferentes, cada uno está haciendo su parte. Ella no te puede decir que no utilices los muebles que ella cuida, o bien te dice que solo usarás una muda de ropa a la semana; pues, evidentemente, tú no haces esas cosas.
4. "Y tú ¿Qué aportas?
Esta es una pregunta tonta. Si haces este comentario es por el hecho de que lo único que estás buscando es iniciar una tremenda discusión. Si realmente te molesta que tu esposa no trabaje fuera del hogar, entonces háblalo como el adulto que eres. Háblale con respeto, y vas a llegar considerablemente más lejos.
5. "Yo soy el que trae el dinero, por tanto, yo soy el que manda".
Nada puede ser más humillante que esto. No solo le dices que no 'aporta' dinero al hogar, sino que, por esa razón, no es capaz de tomar decisiones en la pareja.
Hacer este tipo de comentario hace que tu esposa se sienta insignificante. Recuerda que, al unirte a tu pareja forman uno solo. Todas las decisiones, por pequeñas que sean, deben ser tomadas entre los dos, no solo las económicas.
6. "Te daré una 'asignación' al mes".
¿Qué es eso? ¡Vamos, que tu mujer no tiene 12 años, por favor!
Si le dices que mensualmente le vas a dar una "mesada", una recompensa monetaria, es insultante.
Imagina que ella decida ponerte límites y te dice: "Solo te arreglaré dos camisas al mes, si ensucias más, tendrás que arreglártela tú solo".
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7. "No humilles a tu esposa porque 'trabaja en casa'".
El trabajo en la casa es muy duro y no acaba. Para colmo, nadie lo paga. Es mucho más duro que salir a trabajar fuera del hogar, ya que un empleado tiene un horario. Las amas de casa no tienen horario y trabajan desde que se levantan hasta que se acuestan. Así es que, por favor, valora el trabajo de tu esposa en la casa.
Los inconvenientes económicos, no van a faltar. En todos y cada uno de los casos, lo que falla es la comunicación. Desquitarte con tu esposa jamás va a ser la solución. Todo lo contrario, solo te va a traer más inconvenientes. Nada es mejor que charlar con tu pareja llamándole a las cosas por su nombre, sin la necesidad de herir con tus palabras a la persona que tanto te ama y se sacrifica por su familia.
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